No eres tú, soy yo

La verdad es que las estadísticas no le favorecían a la narrativa del Gobernador sobre su acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad.

Y es que la historia nos ha mostrado a lo largo de décadas que esa paraestatal del Gobierno federal ha sido fría, distante e implacable con los sonorenses.

Por eso hubo quienes dudaron que ese acuerdo que ayer se firmó y anunció el mandatario sonorenses fuera a hacerse realidad, en beneficio de todos los que vivimos en Sonora.

Pero ayer el Gobernador dio a conocer la firma de un documento con la empresa de clase mundial (así le decían en la época neoliberal) para la ampliación del subsidio de la tarifa doméstica 1F, por lo cual creo que no debemos regatearle a Durazo la importancia de ese acuerdo.

Es como aquella frase que dice: “No eres tú, soy yo”.

Pues algo así pasaba con este tema, no era Durazo, era la CFE y su trato hacia los usuarios sonorenses lo que hicieron dudar que las cosas se lograran.

Claro, tampoco ayudó lo que el presidente López Obrador dijo esta misma semana en una mañanera que el tema se retomaría una vez concluido el proceso electoral, cuando para esas fechas ya llevamos al menos dos recibos con alto consumo por las altas temperaturas.

En fin, que el acuerdo ya quedó y lo que se inicio era una protesta muy legítima de la Unión de Usuarios de Hermosillo terminó en una especie de mitin donde se le reconoció al mandatario sonorense lo logrado.

Y PRÓXIMAMENTE

Los próximos días serán de predicar en el desierto para los candidatos y candidatas a cargos de elección popular.

Es la Semana Santa y la de Pascua que se atraviesan en perjuicio de los esfuerzos que hombres y mujeres hacen por ganar la muy mermada confianza del electorado en sus políticos.

Pero además ya vienen las campañas locales, por lo que tendremos a cientos de personas buscando el voto por una de las 72 alcaldías en juego o uno de los 21 distritos locales en disputa.

Vaya pachanga, clase de rebatinga que veremos en calles, colonias, bulevares y plazas públicas por todos lados, con la muy alta probabilidad de que acaben hartando a la gente.

Pero mire, la verdad es que también los ciudadanos debemos atender en la medida de nuestras posibilidades ese tema de las campañas.

Tenemos el deber cívico de enterarnos, de conocer qué es lo que nos proponen (si acaso proponen algo) aquellos que con o sin nuestro voto terminarán llegando a un cargo público.

Ojalá y los sonorenses abandonemos esa apatía que nos mantiene en los últimos lugares de participación electoral, por no llegar ni siquiera a la mitad de la lista nominal, según datos del propio Instituto Nacional Electoral.

XÓCHITL

Lo peor de lo que Xóchitl Gálvez les dijo a los empresarios no es la eventual falta de respuesta a su petición, sino el silencio de los dirigentes nacionales de los partidos que la postulan a la Presidencia de México.

Le sugiero, si tiene tiempo y ganas, que busque en redes una declaración que dio hace poco el senador panista Damián Zepeda sobre el tema y en el que asume lo sucedido, así como la ya famosa encuesta del Reforma, como una alerta, un llamado de atención a tiempo para corregir lo que deba corregirse en los dos meses que les quedan de campaña.

Los empresarios que la escucharon no son más timoratos que Marko Cortez, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, que si a esas vamos deberían ser los primeros en abrir la llave del chorro de recursos públicos que sus respectivos partidos reciben para apuntalar la campaña de su candidata presidencial.