Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Espacio Público

El periodismo en México está haciendo lo que no pueden los sistemas anticorrupción, las contralorías, los órganos internos de control, los institutos de fiscalización, las fiscalías generales, las comisiones especiales investigadoras, etcétera… ¡desvelar tramas de corrupción!

Mientras todos estos órganos se echan la bolita y buscan justificaciones para su evidente incapacidad, los reportajes de investigación son premiados en México y en el mundo.

Para muestra, la “Estafa Maestra”, reportaje de investigación que descubrió cómo once dependencias del Gobierno federal de Peña Nieto (Pemex, Sedesol, Fovissste, SCT, Banobras, SEP, Sagarpa, Senasica, RAN, SE e INEA) contrataron universidades públicas para que estas a su vez transfirieran recursos a empresas que no existían y que no dieron los servicios para las que fueron convocadas. Estamos hablando de 7 mil 670 millones de pesos.

El viernes pasado, esta investigación realizada por el portal de noticias Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) fue seleccionada con el Premio Nacional de Periodismo en Reportaje de Investigación. Ya antes había ganado el Premio Internacional Ortega y Gasset y fue finalista del Premio García Márquez de Periodismo.

Como seguimiento a la “Estafa Maestra”, los periodistas de Animal Político y MCCI descubrieron que esta práctica no sólo se realizó con universidades públicas sino que se extendió a televisoras propiedad de gobiernos estatales, como Telemax, de Sonora, que participó en el desvío de recursos de la Sedatu a empresas fantasma por un monto de 267 millones de pesos, caso que se encuentra ya en la PGR por una denuncia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En diciembre de 2017, el periodismo de investigación de la revista Proceso y de The New York Times descubrieron la Operación Safiro (así, con “s”, como la nombró el PRI), mecanismo por el cual el Gobierno federal transfirió 650 millones de pesos a los gobiernos estatales de Chihuahua, Sonora, Durango, Colima y Estado de México, así como al Congreso de Morelos y la Delegación Milpa Alta, y estos a su vez los enviaron a empresas fantasma. Al Gobierno de Sonora le atribuyen pagos irregulares por 140 millones de pesos.

Esta semana, el periódico Reforma publicó dos partes de un reportaje de investigación que revela que la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) benefició a dos valuadoras “favoritas” propiedad de amigos y ex socios de Jesús Alberto Cano Vélez, ahora ex director de la institución pública, en un negocio que podría alcanzar los mil 800 millones de pesos anuales.

Le pregunté a Jesús Ramón Moya Grijalva, auditor mayor del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF), por qué el periodismo sí está descubriendo corrupción y las instituciones no. Me dijo que la velocidad del periodismo es superior a la de los órganos fiscalizadores por un tema de normatividad. Así.

Por supuesto que no puedo estar de acuerdo con lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador este sábado en su toma de protesta, de que no perseguirá a los responsables de los crímenes del pasado bajo la justificación de no someter al País a una dinámica de conflicto y para no consumir tiempo y recursos necesarios para emprender la reconstrucción de la Nación.

Me gustó que los legisladores le respondieran contando del 1 al 43 haciendo referencia al número de estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en un claro mensaje de que no todos en el Congreso están de acuerdo con el perdón y olvido.

López Obrador ganó abrumadoramente en las urnas porque una buena parte del País quiere justicia y la justicia pasa por resolver las grandes tramas de corrupción y castigarlas. En Sonora no podemos olvidar ni perdonar la muerte de 49 niños en la guardería ABC, como tampoco debemos omitir las afectaciones ecológicas al Río Sonora por el derrame de agosto 2014. Desde abril de 2005 está desparecido el periodista de EL IMPARCIAL, Alfredo Jiménez Mota, sin que la PGR tenga certeza de lo que le pasó, mucho menos hay personas responsables detenidas y castigadas.

Por ello, no podemos dejar que el Presidente de México quiera olvidar y perdonar. Los niños muertos de Hermosillo, el derrame de la mina y la desaparición de Alfredo también fueron producto de la corrupción. La “Estafa Maestra” y la Operación Safiro están enmarcadas en la misma lógica. Todo se debe investigar y castigar porque sin justicia no hay democracia ni prosperidad. Es parte de la enorme expectativa que existe en los mexicanos hacia el nuevo Gobierno de México y de que se respire un ambiente de esperanza en el País.

En esta nota