Batarete

Hoy, sábado primero de abril, desde muy tempranito, se puede usted venir a San Pedro el Saucito a disfrutar de la segunda Muestra Gastronómica organizada por la dirección de Turismo municipal. Si le gusta madrugar se puede apersonar en los terrenos de la telesecundaria, justo frente al puente sobre el río San Miguel, antes de las 8:00 de la mañana. No se va a arrepentir. Habrá puestos de comida regional, muchos y muy sabrosos, con una muy amplia área para sentarse al fresco y disfrutar los alimentos que elija. El año pasado tuvo lugar la primer muestra, y ahora vamos por la segunda y habrá un poco de todo: Desde venta de tacos y “burritos” de tortilla de harina con sus variados guisados: Los de machaca o los de carne de res en chile colorado; pero también podrá probar los de chicharrón “de rancho”, de frijoles con queso, cabeza y barbacoa, chicharrón en salsa verde, carne asada y unas excelentes quesadillas con tortilla de harina y queso regional o cocido, sencillas, pero muy apetitosas. Se puede empezar la mañana en los puestos de caldos: Desde el menudo con panza y grano, hasta el cocido, caldo de queso, el pozole de trigo o la gallina pinta. Y para quien se anime, no faltaran los cocteles de mariscos y la cahuamanta. Suele haber una muy buena oferta de tamales, ya sea de elote o carne en chile colorado, y con suerte, algunos más exóticos como el tamal de frijol dulce con piloncillo, canela y clavo; también habrá muy buen pan, desde el Virginia, los birotes y abundante pan de huevo y no van a faltar, junto al fogón, las señoras que hacen con destreza tortillas de harina, de las “grandes o de agua”, sobre un comal a la leña, ¡y guay de aquel que les llame “sobaqueras!”, pues incurrirá en la ira de las damas, que no aceptan que se insulte así un producto tradicional y muy respetado. Hace un año se acomodaron ahí, listos para chipilear al tragón regional, unos 27 prestadores de servicios culinarios, y seis escuelas de gastronomía. Ahora no serán menos… habrá un concurso de cocina con varias categorías, desde platillos tradicionales, hasta recetas innovadoras. Será muy interesante comprobar cómo las costumbres persisten y contemplar a los nuevos chefs, o las cocineras, plenos de creatividad, que desarrollan nuevas formas de guisar lo nuestro, sin perder las raíces: Lograr que esas creaciones nos sorprendan por su semejanza a lo regional y por la trasnformación novedosa en la forma, el gusto o la vista. Por supuesto que conviene también comprar para llevar, lo mejor es traer sus propios recipientes y es aconsejable tomarse su tiempo, examinar con cuidado el panorama, probar aquí y allá las muchas ofertas culinarias, y luego, sin demasiado pudor ni remordimiento, caer en una o varias tentaciones gastronómicas; y, previsor que debemos ser, resultará muy cómodo llevar unas buenas raciones para armar otro banquete en casita, al día siguiente, y repetir el agasajo. Ahí se pueden mercar muchas delicias de la región: Desde chiltepín y orégano, pinole y piloncillo, coyotas, coricos, cajetas de membrillo o guayaba, dulce de leche o jamoncillo, ponteduros y pipitorias, además se puede conseguir excelente verdura fresca: Tomates, cebollas, acelgas, betabeles, zanahorias y cilantro. El evento es importante pues además de permitirnos revivir nuestras nostalgias y ratificar una identidad mexicana en su variedad sonorense, es un apoyo y un impulso, económico y también social y afectivo, para todos los que se han dedicado a rescatar ingredientes y recetas que ahora nos regocijan en una mesa acogedora. Es una oportunidad para recordar lo que se ha vivido y degustado desde hace siglos en esta región Noroeste de México y que se sigue cocinando y disfrutando en muchos hogares, en algunos establecimientos y, por supuesto, ahí, en la vega del río San Miguel, en San Pedro el Saucito.