Análisis y Acción

El abstencionismo electoral es cuando el ciudadano toma la decisión de no votar. En Sonora, no obstante el costo que asumimos de 140 millones de pesos, se anticipa que el 65% de los votantes no participarán en las elecciones del 7 de junio. En el debate del pasado martes, 75% de las participaciones se orientaron a la descalificación. Sólo el 25% a la propuesta. El mensaje pareciera: “Los sonorenses no votarán por el o la mejor, sino por el o la menos peor. Y si esta es la perspectiva, pues para qué votar”. Causas más comunes del abstencionismo: Desacuerdo en como se maneja el sistema, propuestas poco interesantes de los partidos o candidatos; poca confianza en la transparencia del proceso electoral. Su génesis radica en que la agenda de la elección, no es puesta por el elector. Mismo que tampoco escoge a los candidatos. Por ello, la oferta electoral no necesariamente concuerda con lo que él necesita o le interesa. A nadie beneficia Resulta aventurado “jugársela” a incentivar el abstencionismo para hacer valer el voto cautivo. Menos en Sonora, donde el registro histórico señala que el voto es diferenciado. Más por la persona que por el partido. Tampoco es recomendable promover el abstencionismo como “castigo” por malos resultados del Gobierno en turno. Resulta todo lo contrario. La baja votación amplía el campo de acción a los políticos, y contribuye a la estabilidad y perpetuación del sistema en turno. Si la intención es confundir, resulta que el que va a la urna, con muy poca información, vota en base a impulsos, emociones e imágenes. Ajenos al razonamiento, su voto con frecuencia es impredecible, es volátil, puede cambiar de la noche a la mañana, y conducirse a resultados desastrosos. Tu voto vale mucho Es problema serio. En una democracia como la de Sonora, con índice de abstención mayor a la mitad de los electores, las minorías pueden ser una fuerza que incida en el tipo de Gobierno, la persona que ha de representarlo y el rumbo de la sociedad. Los malos políticos quieren que te quedes en casa. Si no vas a votar, les haces un gran regalo. No es cierto que los políticos hacen siempre lo que quieren. La presión ciudadana obliga a modificar sus programas electorales, y a dar respuesta al clamor ciudadano. Tú mandas. Sí, tu voto importa mucho. Porque mucha gente fue recriminada, encarcelada, para que hoy puedas ejercerlo. Está también en juego el futuro de los tuyos. La suerte de tus familiares y amigos puede depender de quien salga elegido el 7 de junio. Hazlo por ellos. Reducir el abstencionismo debe ser meta de todos. Hay que darle a la democracia su sentido original: El Gobierno de las mayorías.