Análisis y Acción
Al filmar “Gravedad”, Alfonso Cuarón implementó tecnología de punta sobre el temor de que resultara un “churro” por pisar terrenos inéditos. Se atuvo a sus propias habilidades, así como a la opinión de astronautas que “caminaron” en el espacio, y a la asesoría de otros “revolucionarios” de la industria como James Cameron (Titanic, Avatar). Alejandro G. Iñárritu, antes de rodar “Birdman”, se reunió con el exitoso Mike Nichols (fallecido en noviembre de 2014). Al explicarle su idea de filmar con una cámara y a plano secuencia en toma corta, el director de cine y teatro le dijo: “Porque soy tu amigo te aconsejo que no lo hagas. Es suicidio creativo”. Finalmente, confió en las capacidades de otro mexicano de excepción Emmanuel Lubezki. Hoy, junto con Guillermo Del Toro, estos mexicanos pertenecen a la élite del séptimo arte. Todos, sin embargo, podemos aplicar los elementos que le permitieron acceder a ese sitio en nuestras particulares responsabilidades. La habilidad de tomar riesgos ¿Estás pensando en mejorar al cambiar de trabajo, iniciar un nuevo negocio, exportar tus productos, aprender otro idioma, o enviar a tus hijos al extranjero?. Comenzar algo desconocido no es fácil. Supone salir de la “zona de confort”. Como la mente es controladora, influenciada por el miedo, siempre aplica “trabas” a los cambios. ¿Por qué cuesta renovarnos?. El “vale más malo conocido que bueno por conocer”, implica un conformismo que ha justificado dejar luchar y abandonar oportunidades por miedo, sin convertir en realidad nuestros sueños. Asumir nuevas tareas es mejorar, es crecer. Aunque antes de tirarnos a la alberca, nadie ha dicho que no podamos echar un “lente” sobre el nivel al que se encuentra el agua. Arriesgar y apostar no son la misma cosa. En la primera, estás con pleno convencimiento; en la segunda, con la suerte. Dice Mark Zuckenberg, creador de Facebook: “En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia en la que el fracaso está garantizado es no asumir riesgos”. Para tomarlos, hay que accionar una buena habilidad de análisis. Evitar el engreimiento, pero tampoco ser alguien sin autoestima o pesimista. Ubicarte en un punto medio en el que accedas al nivel de la mejor decisión, consciente de la situación real que vives. Fe y confianza El cine mexicano está de moda en Hollywood y en el Mundo (berrinche de Donald Trump incluido). Vive una segunda era de esplendor. A partir de los noventas se inicia, gracias a los “Three Amigos” y a toda una generación de cineastas, bajo la utilización de argumentos con los que también podemos construir nuestra propia “época de oro”. Muchas personas que fracasaron por tomar riesgos subsecuentemente, al final tuvieron éxito. El cerebro está diseñado para aprender con base en los errores; ¿por qué no ponerlo a prueba, en lugar de intentar evitar el fracaso mediante la sobrevalorización del riesgo? El riesgo tiene mucho que ver con la fe y la confianza que tengamos en nosotros mismos, en nuestra capacidad para solucionar cualquier obstáculo al que nos enfrentemos y en dar lo mejor. No caigamos en el error de controlarlo todo para tomar una acción, o para no tomar ninguna. Somos dueños de nuestra vida. Nadie mejor para tomar el timón y decidir hacia dónde dirigirse. A partir de practicar un sentido crítico propio y del ejercicio de nuestra creatividad. Una parte importante es generar la capacidad de tener pensamientos independientes, que darán las fuerzas para conquistar metas y objetivos de la vida: ¡Arriésgate!
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