Análisis y Acción
Los partidos PRI, PVEM y Nueva Alianza en coalición, así como el PAN, ya tienen virtuales candidatos a la gubernatura. Los de izquierda seguramente irán con la estrategia de agruparse en una misma figura. Resulta esencial que ellos y los candidatos a alcaldías y diputaciones, todos, ejerzan sus argumentos y razonamientos tras el voto, en un espacio delimitado, evitando asumir compromisos y promesas que no les atañen. Es tiempo de que todo aspirante tome el papel que les corresponde. Malo si actuando a la Francis Underwood (Kevin Spacey de House of Cards), trataran de manipular nuestro destino. La advertencia, por el mal entendido papel de algunos gobernantes, que se ha reflejado incluso constitucionalmente con “hacedores de la felicidad” de sus gobernados. Error que ha sido causa de infinidad de gestiones oficiales desastrosas. Somos felices, pero… La semana pasada conocimos un estudio inédito. La “Encuesta Nacional de Satisfacción Subjetiva con la Vida y la Sociedad” de la Universidad Autónoma de México, en colaboración con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Fundación Ford y otras instituciones académicas de Brasil, Colombia y Perú. Con el reto de elevar sus resultados a nivel de política pública, sus conclusiones deberían ser racionalizadas y así, establecer nuevos parámetros en la acción oficial, tras asegurar nuestro mejor nivel de satisfacción. El 82.3% de los encuestados se dijo netamente satisfecho con su vida. En los factores de más peso no entra el dinero, son las relaciones familiares y la integración social lo que provoca la felicidad. Para el 80%, los gobiernos de las ciudades no “pelan” a nadie cuando formulan políticas de interés colectivo. Y, “ojo” candidatos, en sus corolarios, la felicidad individual NO ES un derivado automático del crecimiento económico. Esta surge al interrelacionar elementos como el tiempo libre, salud y desarrollo personal. De nada sirve tener un alto Producto Interno Bruto, si no se tiene un resultado directo en el bienestar subjetivo de las personas. Dedíquense a ser justos Entonces, ¿en manos de quién está alcanzar la felicidad? ¿En las propias o en las de quienes pretenden “dirigirnos” vía la elección del 7 de junio próximo? La respuesta la proporciona el mismo trabajo, al aclarar que el bienestar subjetivo, es aquel que reportan las personas a partir de su propia experiencia cotidiana y de la autoevaluación. Entonces nadie, ni un gobernante o quien pretenda serlo, puede imponer o regalar su propia “receta de vida buena” e intentar plasmarla en la estructura social, pasando por encima de los proyectos personales. Candidatos, es buen momento para depurar su discurso y la estructura de su plan de Gobierno o de gestión parlamentaria dentro de lo que es pertinente. Finalmente, su misión es únicamente construir las bases para que el ciudadano alcance la felicidad. El de crear las condiciones mínimas necesarias para lograrla (casi nadie puede serlo en la miseria). Ofrecer más, resulta algo ocioso. Para fraseando al eminente abogado y escritor español José María Ruiz Soroa: “Ustedes, gobernantes (o aspirantes a ello), dedíquense a ser justos. De ser felices nos encargaremos nosotros mismos”.
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