La historia de Mexicali, bajo tierra

Hablar de los orígenes y la historia sobre la fundación de Mexicali obliga a recordar a la comunidad china que detonó el desarrollo de la actual capital bajacaliforniana hace casi 100 años.

Su presencia aquí no pasa desapercibida. Para 1918, en Mexicali vivían cerca de 7 mil chinos, en comparación de los 700 mexicanos que habitaban la ciudad, señala Rubén Hernández Chen, miembro del Centro de Investigaciones sobre la Cultura China en Mexicali.

Dividida en 28 asociaciones en aquel entonces, la comunidad china en Mexicali convivía entre sí en lo que hoy se conoce como La Chinesca, en lo que hoy es la manzana ubicada entre las calles Reforma, Benito Juárez, Altamirano y Azueta.

Bajo tierra, en sótanos y túneles, fue donde pasaron gran parte de sus días, resguardándose del calor y del ajetreo de una ciudad que ellos mismos habían ayudado a construir.

Los túneles y sótanos, además de dar resguardo a miles de chinos en aquel entonces, también servían como fumaderos de opio y casinos, salones de juego o de diversión, boyantes en una época donde la prohibición en Estados Unidos empujaba a sus ciudadanos a las fronteras.

Abandonados muchos de ellos, otros inundados, los túneles y sótanos de La Chinesca despertaron por años curiosidad de las nuevas generaciones de mexicalenses, que poco a poco han develado la historia de la cuna de la ciudad como la conocemos.

Secretos y orígenes

El también presidente del Comité Ciudadano del Centro Histórico y fundador del proyecto Orígenes y Secretos de La Chinesca, no sabe disimular su pasión al hablar sobre la comunidad china en Mexicali.

De ascendencia china, Hernández Chen, se ha propuesto desde hace casi 5 años a reinventar el Centro Histórico. Su curiosidad y entusiasmo por rescatar la historia de esta zona de la ciudad lo ha llevado a descubrir objetos que pronto tendrán valor histórico documental.

Cartas, identificaciones, hojas de naturalización mexicana, documentos, artefactos y objetos que retratan las épocas doradas de esta zona, es parte de lo que ha encontrado en sus exploraciones por túneles y sótanos cerrados por años.

Destaca una carta encontrada hace poco. Se trata del diario de un chino que sobrevivió la muerte de cientos de chinos en El Chinero, en la sierra de San Felipe, a principios del siglo XX.

Su narración sobre el Mexicali de aquel entonces da cuenta de los fumaderos de opio, los casinos, el desarrollo económico, la llegada de más de sus compatriotas y como se establecieron las agrupaciones e incluso las mafias chinas.

Cargada de misticismo, la carta relata lo que parece la congregación de las asociaciones chinas, pactando el resurgimiento de su comunidad haciendo alegoría a una fábula sobre el renacimiento del dragón. Algunos datos contenidos en esta carta sugieren cómo se originó el incendio de 1923, que mató a muchos de ellos.