Lealtad, la trampa de López Obrador
La lealtad es un valor ético y moral que se manifiesta en la fidelidad.

La lealtad es un valor ético y moral que se manifiesta en la fidelidad, constancia y compromiso hacia una persona, un grupo, una institución, una causa o un conjunto de principios. Supone mantener la palabra dada, respetar la confianza depositada y actuar con coherencia, sobre todo cuando existen dificultades o tentaciones de traicionar ese vínculo.
Lo contrario es la traición que implica romper esa confianza, actuar con deslealtad en contra de la persona, la causa, el proyecto al que se había ofrecido.
Un desleal es un traidor.
Yo a lo largo de los años he tenido claro, y ejercido sin límites el ejercicio de la lealtad, no para que nadie me lo reconozca sino porque es un modo de ser, ser leal es una satisfacción de vida.
En la política, y en los negocios, es más frecuente la traición que la lealtad, los intereses mandan.
En este escenario me quiero referir al concepto lealtad de López Obrador, que la exigía en un solo sentido: hacia él, sin que tuviera, nunca, el elemento esencial de corresponderla.
Por eso llegó a establecer la lealtad ciega que vestía de lealtad al movimiento, cuando en realidad era para él pero sin reciprocarla; lealtad en un solo sentido, el suyo.
De no ser así, acusaba de traición, infidelidad, traición en un escenario en el que desde su soberbia llegó a afirmar: están conmigo o están contra mí.
Hoy en día hay que preguntarle dónde está su lealtad: ¿Con él mismo, como siempre, con el movimiento, del que dice haberse separado, con la presidenta de la República o con esa salida fácil de que es el pueblo?
Yo no tengo dudas de la lealtad de Claudia Sheinbaum a López Obrador. La acredita en forma permanente con un alto costo.
De lo que dudo es de la del expresidente a la presidenta.
Por si de alguna parte surgirá la deslealtad será de Palenque, nunca de Palacio Nacional.
Y el pretexto será el mismo: el pueblo y el movimiento.
Y si no al tiempo. A las elecciones, por ejemplo.
RETALES
- FIESTA.- El presidente de la Corte, Hugo Aguilar, niega haber ido a celebrar su nuevo cargo a un restaurante francés de Polanco. Puedo creerle porque no lo conoce. Pero sí, los que ya comienzan a rodearlo. Hoy habla en la comida de los 300;
- SALTO.- El lunes, en el Patio de Honor de Palacio Nacional, Noroña estaba en gayola y saltó a la zona vip para atajar a la gobernadora morenista de Morelos, Margarita González Saravia. Obvio el tema fue uno: la quinta Noroña de Tepoztlán que cada día lo hunde más por las mentiras; y
- CLAVE.- Es la reunión de hoy, cuando la presidenta Sheinbaum reciba al secretario de Estado Marco Rubio que solo viene al tema del crimen organizado, cárteles y fentanilo, y el migratorio. Apenas ayer Trump reiteraba maravillas de Sheinbaum, pero reiteraba su discurso: México está gobernado por los cárteles.
Nos vemos mañana, pero en privado.
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