Extremadamente malos

Sin lugar a dudas que las festividades de Navidad sucedidas la semana antepasada en Mexicali nos dejaron varias reflexiones.

Y es que el encendido indiscriminado de cohetones, llantas, leña en una ciudad como la capital del estado que geográficamente está deteriorada e inmersa en una especie de olla exprés donde permanece todo, profundizó aún más la problemática de contaminación.

Es evidente que este tipo de prácticas ya no caben y la cero tolerancia debe estar de manera permanente. Sin embargo, esta cero tolerancia no llegó en la magnitud que la autoridad tenía que realizar, en Navidad.

Tan hubo un reconocimiento de la falla, que para Año Nuevo las circunstancias cambiaron, se anunciaron retenes cercanos a la Cohetera Cachanilla para inhibir la compra de artificios, además todos los agentes municipales pudieran multar y no sólo los elementos adscritos a la Policía Ecológica.

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No sabemos, ciertamente, cuál fue el resultado dado que esta Columna se entregó horas antes de que las celebraciones de fin de año llegaran, pero la Navidad nos dejó la certeza de que todos como sociedad y autoridad debíamos actuar de manera diferente, mucho más responsable y contundente

La sociedad en general no nos podemos dar el lujo de continuar con cosas que nosotros consideramos como pequeñas e inofensivas, como es el encendido de artificios, que aunado a otros múltiples factores, exacerban en estas fiestas decembrinas el envenenamiento del aire.

El 25 de diciembre amanecimos con una calidad del aire “extremadamente mala”. con un riesgo a la salud “extremadamente alto.

Se le recomendó a toda la población: permanecer en espacios interiores, utilizar cubrebocas, acudir al médico si se presentaban síntomas respiratorios o cardiacos.

Aunado a esto, otro hecho que marcó la necesidad de tener conciencia de los riesgos del encendido de cohetes es lo sucedido la semana pasada a dos hermanitos.

Un fuerte llamado y hasta sacudida sucedió, luego de las lesiones delicadas sufridas por ambos niños, quienes fueron víctimas de la explosión de cohetes.

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Dilan, un menor de 8 años, resultó con quemaduras en el rostro; mientras su hermanito de 6 años, de nombre Alan, presentó lesiones en 3 dedos de su mano, esto al encender un cohete que habían comprado en una tienda frente a su domicilio en la colonia Silva, en el Valle de Mexicali.

Fue el padre de los menores quien minutos después de la 1 de la tarde del jueves pasado, los trasladó a la Cruz Roja de Ciudad Guadalupe Victoria, donde fueron atendidos, les diagnosticaron quemaduras en el rostro del niño de 8 años y lesiones en la mano del menor de 6 años de edad.

De acuerdo a la versión de su abuelita, ella les dio dinero para que se compraran dulces en una tienda de abarrotes cercana a su domicilio.

ro, desafortunadamente en dicho comercio les vendieron cohetes a los niños, quienes los prendieron ocasionándose quemaduras en su carita, cabello y deditos.

Afortunadamente nada de gravedad, pero sí nos sirvió de llamado de alerta para evitar lesiones mayores. Estos artificios no sólo envenenan el aire, sino que pueden lesionarnos.

La autoridad deberá tener mayor contundencia y arrojo para multar a quienes incumplen el reglamento municipal y contaminan, por más que digan que son los menos, pero también deben mostrar músculo, uniendo esfuerzos como les gusta decir, desde la Federación el Estado y el Municipio para saber que efectivamente les interesa combatir el envenenamiento del aire.

Sabemos que los factores que generan el daño atmosférico son varios y nos inundan todo el año, desde los autos no afinados, el polvo desértico que se introduce cruelmente en nuestros pulmones, la falta de mantenimiento y pavimentación de las calles, las empresas contaminantes, pero debemos poner nuestro granito de arena para frenar, en lo posible, el perjuicio al medio ambiente que termina por afectarnos a todos.

Dejemos de ser y sentirnos extremadamente malos La verdad sea dicha.

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali