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Tecleado

Así cómo pues

Tijuana fue calificada como la quinta ciudad con más homicidios en el mundo, en primer lugar están Los Cabos. Esta posición en la que está situada Tijuana no es para irnos a festejar a la glorieta de Cuauhtémoc, no, es para preocuparnos todos los ciudadanos que vivimos en Baja California.

Pero, cómo no llegar a ese lugar si tan sólo entre enero y febrero hubo casi 400 homicidios dolosos. Claro que la Procuraduría del Estado lo atribuirá al narcomenudeo y la lucha por el mercado de las drogas en Tijuana por los diferentes cárteles que existen y que la autoridad no ve.

Lo más grave es que nuestras leyes son laxas con los delincuentes, jueces y juezas en Baja California se escudan de su complicidad con criminales asumiendo que así lo determina la ley.

Hace algunas semanas preguntaba en este mismo espacio “¿quién juzga al juez?”, es el pueblo, somos los ciudadanos que nos vemos amenazados por rateros, narcomenudistas, secuestradores, asesinos que uno que otro juez dejó en libertad porque así lo marca la ley.

Esta semana platicaba con José María González, subprocurador de Investigaciones Especiales de la PGJE, sobre una nota que salió publicada en FRONTERA en la que declaraba que en los primeros dos meses de 2018 se detuvieron a más de 600 personas vendiendo droga; de estos, sólo 4 están en cárcel preventiva, los demás siguen en la calle.

Y claro que preocupa la visión de los juzgadores, pues estos vendedores de droga o narcomenudistas no tardan ni 48 horas en la cárcel cuando ya están en las calles, no rezando el rosario, sino vendiendo droga.

Otro caso para Ripley es el que protagonizó la jueza Martha Elvia Luna Vargas, quien decidió dejar en libertad a tres hombres que llevaron a tirar un cadáver mutilado, el cual estaba en dos maletas. Les concedió la libertad y que mejor vayan a firmar cada 14 días.

Uno más, la jueza Tania Guadalupe Vega Gordillo otorgó la libertad a Miguel Ángel Aguilera Valadez, quien junto con otros dos detenidos estaba implicado en el secuestro de un empresario de Tijuana, quien además lo identificó plenamente. Le exigían a la familia medio millón de dólares, el 5 de marzo lo dejó en libertad aun cuando fue detenido en flagrancia. José María González, subprocurador de Investigaciones Especiales, dijo que apelarán la decisión de la jueza, así lo confirmó también la procuradora Perla del Socorro Ibarra Leyva.

Esto ocurre en todo el país, no nomás en Baja California y esto lo puedo llamar impunidad.

Hace meses, el semanario Zeta publicó un interesante reportaje que tituló: “Estos son los jueces que encarcelan y liberan a delincuentes”, en él da santo y seña de 11 jueces del Nuevo Sistema de Justicia Penal en Tijuana, los llamados Jueces de Control (se los recomiendo). ¿Es error del Nuevo Sistema de Justicia Penal garantista (para el delincuente claro)? ¿Es el criterio de los jueces? ¿Estarán amenazados de muerte y por ello los dejan en libertad? Mientras seguirá Tijuana en quinto lugar mundial como una de las ciudades con más homicidios.

* El autor es periodista independiente.

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