Visión académica
La política como espectáculo El segundo debate entre Hillary Clinton (del Partido Demócrata) y Donald Trump (del Partido Republicano) provoca verdadera conmoción por la decadencia de la política. Desde hace tiempo la política ha sido degradada y convertida en una especie de show mediático que ofende la inteligencia social. No hay gran distancia entre los debates de arrabal. Tal espectáculo tendría que mover a pensar a toda la sociedad estadounidense. La política gira entre la decadencia moral, el poder, la intriga, el terror, barbarie, la miseria humana, la amenaza, el crimen, la guerra, el dinero como fetiche e instrumento de dominación sumisión. Ni los dramas de película. La prensa pretende arrinconar el pensamiento en torno a la idea de “quién ganó el debate”, pero lo que hemos presenciado en la campaña de EU es sorprendente y preocupante. ¿Qué es lo que permite que individuos como Trump aspiren a la Presidencia del país más poderoso? Pero, lo más grave, es que tenga apoyo en un importante sector de la ciudadanía estadounidense. Eso es lo verdaderamente preocupante; porque consideramos que no ganará las elecciones, pero tiene apoyo y, por momentos, se presenta como potencial ganador. Tampoco Clinton fue capaz de distanciarse demasiado de Trump. ¿Cuáles son las circunstancias que permiten que individuos de la peor calaña social, como Trump, se atrevan a ser candidato? Un tipo sin ideas, sin cultura, solo cubierto con el poder del dinero, acumulado mediante escandalosos fraudes; pisoteando a los sectores más vulnerables, contratar migrantes ilegales, evadiendo pagos salariales. Asimismo, las expresiones grabadas sobre la mujer, su desprecio y jactancias muestran de cuerpo entero la calaña de tal individuo. Ese sí representa un verdadero peligro para el mundo. El segundo encuentro en realidad fue para mostrar las habilidades en una guerra de sarcasmos. Muy alejados de los grandes problemas de la humanidad. EU, por el hecho de ser una potencia mundial, supone que los políticos y estadistas tendrían que hacer gala de visiones en torno a los grandes problemas del mundo, su dignificación y transformación, una visión capaz de levantarse por encima del horizonte de la historia. Muy distante está la intención contribuir al despliegue de las potencias humanas. Por el contrario, el ingenio dedicado a cómo aplastar y dominar a los demás. ¡Claro… eso es situarse en el ilusorio deber ser! La realidad es otra y hay que saber enfrentarla en su complejidad. Menudo desafío tiene la sociedad de Estados Unidos y sobre todo el batallar del mundo para desplegar su inteligencia y superar estos momentos de decadencia de la política. Trump es un peligroso engendro de la historia y de la especie humana, peor que Hitler, el gran desafío que tiene toda la humanidad es aprender a desarrollar la inteligencia para ser capaces de reorientar y construir nuestro destino. ¿Dónde quedaron los sueños de los grandes estadistas libertarios, de Abraham Lincoln? ¿En qué momento se pervirtió tal propósito? ¿Qué nuevos horrores tendrá que vivir la humanidad para encontrar su verdadero destino de edificación de su dignidad? Confiamos todavía que este show mediático provoque una profunda reflexión en la sociedad estadounidense y en la intelligentsia acerca de los peligros que encarna la descomposición moral de su clase política. El autor es catedrático de la UPN campus Mexicali.
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