El magnicidio de Colosio a 30 años: ¿un ‘distractor’ político en plena campaña mexicana?

CIUDAD DE MÉXICO.- Este sábado marca el triste aniversario de 30 años desde el magnicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, un evento que sigue resonando en la política mexicana. Sin embargo, la reciente reapertura del caso, respaldada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha generado controversia entre expertos que lo perciben como un posible “distractor” en medio de la campaña electoral.

Ulises Corona, profesor de política en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), argumenta que la decisión del presidente de avivar esta antigua herida es innecesaria y podría desviar la atención de los “grandes retos” que enfrenta el país, especialmente en vísperas de los comicios más grandes de su historia el próximo 2 de junio.

Por otro lado, el periodista y ex preso político J. Jesús Lemus comparte esta perspectiva, sugiriendo que la reapertura del caso podría ser una estrategia para desviar la atención y consolidar el apoyo político. Lemus señala que, históricamente, los eventos mediáticos pueden influir en los resultados electorales, y en este caso, la reapertura del caso Colosio podría ser vista como un intento de crear “un poco de circo” para favorecer ciertos intereses políticos.

El asesinato de Colosio en 1994 sigue siendo un tema controversial en la política mexicana. Mientras algunos, como Corona, lo interpretan como un acto motivado por una “razón de Estado” debido a las fuerzas políticas que desafiaba, otros, como Lemus, ven el magnicidio como una especie de redención para el político, tachándolo incluso de “corrupto”.

La reciente reanudación de la investigación del caso ha traído a la luz nuevas teorías, incluida la posibilidad de un segundo tirador, que según la Fiscalía General de la República (FGR) podría haber sido un agente de inteligencia del Gobierno en ese momento. Esta revelación ha reavivado el debate sobre la culpabilidad de Mario Aburto, el asesino confeso de Colosio, y ha generado llamados tanto para su liberación como para una mayor investigación sobre los hechos.

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Sin embargo, mientras algunos abogan por una conclusión rápida del caso y la liberación de Aburto, otros, como Lemus, advierten sobre la posibilidad de que las investigaciones no lleguen a los verdaderos culpables debido a la posible implicación de miembros del Ejército en el caso.