Segob informa sobre seguimiento de 87 millones de registros telefónicos en caso Ayotzinapa

MÉXICO.- En la exposición de los progresos en la investigación del Caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, quien ocupa el cargo de subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración dentro de la Secretaría de Gobernación (Segob), resaltó que se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de 87 millones de registros telefónicos.

Esto se hizo con el propósito de identificar datos importantes y determinar la ubicación geográfica de los números de teléfono activamente utilizados por los individuos involucrados en los hechos.

Los resultados de la investigación en torno a los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Ayotzinapa, en el actual gobierno no tienen precedente, muestra es la clasificación y seguimiento de 87 millones de registros telefónicos.

Ello permitió a la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, ubicar 84 mil registros claves que permitieron geolocalizar 116 números activos entre los grupos de sicarios durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014", precisó Segob.

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Fin de la verdad histórica presentada por Murillo Karám

Agregó que en este intercambio de información "se observa con claridad cómo se fue tejiendo la red de complicidad y operación entre el grupo delictivo Guerreros Unidos y las distintas autoridades para perseguir, violentar, detener y desaparecer a los 43 estudiantes".

Así, se pudo identificar la comunicación entre policías municipales de Cocula, Iguala, Tepecoacuilco y Huitzuco, en el estado de Guerrero, con el grupo 'Los Bélicos', que formaban parte de la policía de Iguala", indicó.

Con este rastreo, dijo la dependencia, se concluyó que los estudiantes desaparecidos fueron divididos en al menos seis núcleos al salir de la terminal de autobuses de Iguala, "con lo que se desmorona la versión de la llamada verdad histórica, presentada por el entonces procurador Jesús Murillo Karam, en la que afirma que todos los estudiantes fueron entregados al grupo de Guerreros Unidos y quemados en el basurero de Cocula".

Con esta información presentada, se refrendó el compromiso de analizar todos los elementos que desde la Comisión se han trabajado para esclarecer, con pruebas y registros, lo sucedido la noche de la desaparición de los normalistas.