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Zona Sísmica

Definitivamente el presidente Andrés Manuel López Obrador no podrá quejarse de que ahora sí “no se equivocó” al nombrar como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a su incondicional Lenia Batres Guadarrama.

Hasta la cocina

Definitivamente el presidente Andrés Manuel López Obrador no podrá quejarse de que ahora sí “no se equivocó” al nombrar como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a su incondicional Lenia Batres Guadarrama.

El mandatario repetidamente en sus monólogos mañaneros se ha quejado que haberse equivocado anteriormente al proponer a los ministros Juan Luis González Carrancá y Margarita Ríos Farjat, porque supuestamente olvidaron los principios de la 4T al momento de votar en el pleno contra sentencias de cambios constitucionales propuestos por el Ejecutivo. Solo que en el caso de Batres Guadarrama, ahora sí el mandatario no solo metió la mano en el Poder Judicial de la Federación, sino que prácticamente se sentó en una silla de la SCJN.

De hecho, nada más escuchar el discurso de la nueva ministra el pasado jueves cuando le impusieron la toga, parecía ser el de una conferencia mañanera, en donde arremetió en contra del propio máximo tribunal del país, sin referirse a la importancia de ser un contrapeso de los otros dos poderes, así como la necesidad de mantener su independencia y autonomía a cualquier costo.

DE LABOR POLICIACA

La jubilación de un grupo de agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) esta semana, tanto de Tijuana y Mexicali, prestación que antes no recibían, fue recibida con satisfacción por el gremio policiaco, que añoraban poder retirarse con una pensión.

Fueron cientos o quizá miles de policías estatales que han pasado por la Policía Judicial del Estado, Policía Ministerial del Estado y Agencia Estatal de Investigación que no lograron tener esa prestación, a pesar de que muchos dedicaron hasta cuatro décadas de trabajo.

Ahora el presidente de la Federación Policial de Baja California Asociación Civil ha planteado que los agentes de la ley trabajen 25 años para poder jubilarse, porque por ejemplo en el caso de Mexicali se pensionan con el Seguro Social hasta los 60 años, al igual que el resto de los trabajadores de la iniciativa privada. Monreal tiene sus argumentos como el estrés, el peligro de morir en acción y otros, que quizá podrían ser analizados a fondo.

Por el momento los “ministeriales” que hasta hace unos años no tenían garantías para el retiro, ahora ya la tienen siempre y cuando hayan trabajado 30 años y tengan 60 de edad.

SILVANO EN ROSARITO

Silvano Abarca Macklís se ha convertido en chiste mal gusto, después de haber sido el primer alcalde de Rosarito y reelecto para la posición años después, hoy su figura no solo se desdibuja, sino se ha transformado en su propia caricatura.

Y es que nadie ni es sus más locos sueños guajiros hubiera imaginado a Silvano Abarca levantando la mano para que los priístas a quienes se encargó de insultar y menospreciar hasta el hartazgo, lo coloquen en la lista de los que quieren encabezar la candidatura por la alcaldía de Rosarito bajo las siglas de Fuerza y Corazón por México.

Aunque no presentó como había anunciado su carta de intención, sí se apareció en el evento encabezado por los dirigentes locales y estatales del PRI y PAN, donde la panista Yannette Sepúlveda presentó su documento, pues también quiere que el PRI la cobije, ya que a ese organismo político le toca elegir candidato en Rosarito.

Oficialmente no se dijo el por qué Silvano se desistió de hacer lo mismo, aunque no faltó quien asegurara que la verdad, es que no es muy bien visto por la militancia priísta y muchos panistas están más que resentidos, pues en las pasadas elecciones los abandonó para irse con el entonces candidato independiente Fernando Serrano, aventura que le ganó la regiduría que hoy ostenta y con la que no ha hecho más que apoyar a la alcaldesa Araceli Brown.

Ha sido tal su servilismo, que parece el bufón en el Cabildo, esto porque muy recurrentemente le provoca tremendas carcajadas a Brown Figueredo ante sus “ocurrencias”.

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