Transporte público

La historia del hombre está ligada al transporte. Desde la antigüedad éste ha diseñado medios y modos para mejorar su movilidad personal y la de sus bienes, desde el uso de canoas, carruajes o diligencias jaladas por caballos, lanchas y hasta pequeñas embarcaciones. En el siglo XX y por supuesto en el actual, uno de los modos de transporte más utilizados para la movilidad urbana ha sido el autobús. El transporte público urbano de pasajeros es un servicio primordial, importante para una ciudad ya que es un servicio que además de formar parte de la canasta básica es utilizado por miles de personas, es tan básico e importante que de él depende la movilización de personas que necesitan desplazarse a su fuente de trabajo, realizar trámites o simplemente a lugares de recreo. El cambio de paradigma del transporte público en Mexicali se inició en el 2004, se inició con el cambio camiones usados tipo escolar por camiones nuevos con aire acondicionado para prestar el servicio público de pasajeros, eso fue un buen inicio, pero eso no lo es todo, también se tiene que trabajar en una moderna estructura institucional y organizacional la cual debe pasar por un proceso de profesionalización y modernización. La movilidad urbana de nuestra ciudad ha cambiado, hasta mediados de los años setenta todas las rutas de camiones y taxis nos llevaban al “pueblo” (hoy centro histórico), ahí estaban todos los cines, el cruce a Calexico, la zona comercial, restaurantes como el Burrito y el Shangrila, el Blanca Nieves, las librerías como librolandia, Santa Rita, tiendas como la Popular, Casa Montaño o la Estrella Azul, las terminales de Tres Estrellas de Oro y Transportes del Pacifico, el Banco de Londres y México, Banco Nacional de México y el Banco Internacional, la época de oro de la chinesca con sus cafés, mueblerías como Proveedora del Hogar, el Campesino y La Malinche, Joyería Central, Automotriz de

Valle, Motores Delta, Motores de Mexicali, todo lo anterior en su conjunto era el corazón financiero y comercial de Mexicali, había y con sobrada razón motivo para que los camiones de pasajeros llegaran al “pueblo”. En este siglo XXI todo ha cambiado, la gente se mueve de diferentes maneras, ya no solo hay necesidad de ir al pueblo. Es urgente una reestructuración de rutas con bases económicas y de servicio, tomando en cuenta los flujos de personas, las cantidades, el origen y destino de sus viajes a fin de lograr que lo realicen en el menor tiempo posible y a un menor costo. La falta de definición de las reglas de operación del sistema de transporte urbano ha permitido que cada concesionario prácticamente defina sus rutas. Con una clara definición del sistema de rutas de una ciudad sería fácilmente manejable la definición de las necesidades de características urbanas como son: paraderos, puntos de transbordo, enlaces, terminales y accesos para minusválidos. La movilidad urbana de nuestra ciudad no es un juego, es una imperiosa necesidad que merece la atención de todos los sectores productivos. En la actualidad se han construido dos BRT, uno en la ciudad de Tijuana u otro en Mexicali, ninguno de los dos funciona a plenitud, millones de pesos tirados a la basura por falta de continuidad, pensar en otras alternativas de transporte masivo como un tren ligero o un metro es imposible. En el año 2021 se modificó la Ley de Transporte en el Estado de Baja California que da nacimiento al Instituto de Movilidad Urbana Sustentable (IMUS) el cual es el encargado de toda la movilidad en el estado de Baja California, quitándole a los municipios esa responsabilidad. Esperemos que este Instituto resuelva la movilidad urbana en todos los municipios tomando en cuenta a quienes utilizan el transporte público como medio de transporte para ir a sus centros de trabajo, tomándoles en algunas ocasiones hasta 3 horas diarias en esa actividad, quitándoles tiempo precioso para dedicárselo a sus hijos y a su familia. Ya es un tema de alcance social.