Saber gastar
Las personas nacidas en los años 50´ y 60´ somos una generación que ha aprendido a vivir en todas crisis económicas y políticas que ha habido en nuestro país.
Las personas nacidas en los años 50´ y 60´ somos una generación que ha aprendido a vivir en todas crisis económicas y políticas que ha habido en nuestro país. El libro Saber Gastar de Gianco Abundiz Cabrero nos muestra cómo llevar y cuidar nuestras finanzas personales, sin embargo esta generación de personas -las cuales fuimos muy afortunadas al tener acceso a la educación superior- lo aprendimos de una manera autodidacta, nos afectó la crisis de 1976, la de 1983 con una inflación galopante como nunca antes vista en nuestro país, la crisis económica de 1994, devaluaciones constantes del peso, la perdida de tres ceros de nuestra moneda, etc. Esto nos ha llevado en especial a esta generación a ser muy cautelosos con nuestras finanzas tanto personales como empresariales. Hemos aprendido a sobrevivir en el caos económico, en las udis, en los altos intereses y a los altos costos de los insumos principales. Sin embargo eso no nos ha impedido el tratar el tema económico de manera relevante de tal forma que debemos priorizar un cambio en nuestra forma de vivir, en nuestra cultura financiera. En los últimos tres años en nuestro país, ya sea por la forma de gobierno actual y sumada a la pandemia, la gente debe tener una mayor participación respecto a las decisiones financieras que día con día se toman, y que van desencadenando una forma y un estilo de vida. Cuantas veces nos preguntamos ¿en qué se nos va nuestro dinero?, realmente es una pregunta frecuente, en ocasiones no llegamos a la siguiente quincena sin pedir un préstamo antes; bueno, estos son algunos temas y preguntas que el autor del libro Saber Gastar nos deja como reflexión. El objetivo de hacerse estas preguntas es tomar una dirección de nuestras finanzas personales, conocer la relación que existe entre lo que se ingresa y lo que se gasta, la conciencia que hagamos de controlar y registrar nuestras actividades económicas, estos principios del que nos habla el libro, nos indican y nos dan el punto de partida de mejorar nuestra calidad de vida. El autor hace referencia en una de sus páginas, entre la diferencia que existe en dos conceptos importantes que afectan nuestra vida cotidiana, el nivel de vida y la calidad de vida, lo relaciona con los conceptos que en la sociedad conocemos como tener un “nivel de vida” es igual a “tengo carros, tengo una casa en cierto lugar”, sin embargo, hay quienes vienen a este mundo con algunas ventajas por así llamarle, y por otro lado quienes no tenemos esa misma situación (la mayoría) tenemos que ir paso a paso y mejorar esas condiciones, lo cual requiere tomar el reto de registrar, controlar, conocer y direccionar nuestras finanzas, aprender a manejar un presupuesto. Benjamín Franklin decía que aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero. Fernando Savater alguna vez dijo: “Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres”, José Narosky escritor argentino menciono que quien cambia felicidad por dinero, no podrá cambiar dinero por felicidad. La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos: Platón. Es importante optimizar la relación ingreso-egreso, lo cual nos puede permitir generar un patrimonio y alcanzar estabilidad financiera. Esto también es válido para todas las administraciones públicas, ya sea el gobierno federal, estatal o municipal, no se puede pedir prestado para hacer frente al gasto corriente, ni tampoco hacer inversiones en obra pública, no se debe gastar más de lo que un gobierno recauda, hacerlo implica dejar deuda invariablemente.
*El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí