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Racismo contra los oscuros

Como para agregarle algo preocupante a la difícil vida de los habitantes de piel oscura en USA, ahora las armas se están dirigiendo hacia los hispanos, especialmente contra los mexicanos.

Por el derecho a la libertad de expresión.

Como para agregarle algo preocupante a la difícil vida de los habitantes de piel oscura en USA, ahora las armas se están dirigiendo hacia los hispanos, especialmente contra los mexicanos. El discurso de odio con el que Donald Trump inició su campaña está rindiendo frutos fatales. Los casos de discriminación que sufrimos están incrementándose y son cada vez más agresivos. Ya no se trata solo de los alegatos de que debemos comunicarnos en inglés en este país, sino que ahora debemos comenzar a pensar en qué hacer para evadir las balas contra nuestros cuerpos. Las metrallas no discriminan y quién acciona su arma solo apunta y dispara, ni siquiera piensa en que después deberá “viriguar”. Esta tendencia que se incrementa a niveles exponenciales no comenzó de manera fortuita, es el resultado de la práctica de la ideología supremacista que considera a los blancos, arios o anglosajones, como una raza superior. Por consiguiente, no es una tendencia que surja con Trump, pero él aviva el fuego para que resurja de manera fatal y dirigiéndose especialmente hacia los mexicanos.

A pesar de que hay asuntos ancestrales inolvidables repletos de rencor entre los mexicanos y los estadounidenses, las relaciones no habían sido tan graves como en la actualidad. Las quejas por discriminación son el pan de cada día y suceden en todo este país. Sin embargo, también las relaciones han mejorado al grado de que existe una aculturación e integración innegable entre ambos grupos. Las grandes ciudades con comunidades de diversas nacionalidades y el contacto entre la niñez, desde el preescolar hasta niveles superiores de educación, han ido aminorando la animadversión y permitiendo la integración, aunque el resentimiento sigue activo.

Sin embargo, el discurso aquel en que Trump califica a los mexicanos como lo peor que ha llegado a USA, colgándonos las etiquetas de violadores, drogadictos y delincuentes en general, incitó la ampliación de los niveles de racismo contra nosotros. Los últimos calificativos con los cuales nos etiqueta a los afroamericanos y a los hispanos, como una plaga de roedores que pululan y contagian en las ciudades, ha provocado que miembros de grupos de supremacía blanca, organizados o de manera individual, decidan atacarnos balísticamente. Por consiguiente, no debemos creer que las agresiones se detendrán. Por el contrario, toda persona que tenga la apariencia de mexicano, o latinoamericano viviendo y trabajando en cualquier área, está en alto riesgo de ser atacada y debe estar al pendiente.

¿Cómo hemos llegado a ser el objetivo de los racistas criminales si mostramos una enorme disposición al trabajo, si tratamos de respetar la ley y nos hemos integrado a la dinámica social de este país? Esto solo se explica con las constantes observaciones negativas que sobre nosotros hacen Trump y otros líderes. Cuando explica que son los videojuegos violentos y las enfermedades mentales las culpables, respalda diréctamente a los supremacistas blancos y promueve los asesinatos masivos en centros públicos. De la misma manera, cuando no denuncia a los supremacistas blancos culpándolos de estos asesinatos cobardes, les refrenda su respaldo. Todos los que están protegiendo el racismo, de cualquier manera, son culpables de lo que suceda. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.