Pésima experiencia
El domingo 22 de septiembre del presente año, una familia de ciudadanos estadounidenses, de origen hispano tuvo una pésima experiencia con una agente de la Policía Municipal de nuestra ciudad (Tecate).
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El domingo 22 de septiembre del presente año, una familia de ciudadanos estadounidenses, de origen hispano tuvo una pésima experiencia con una agente de la Policía Municipal de nuestra ciudad (Tecate). Cuando estaban intentando integrarse a la línea de carros después de una reunión familiar en El Hongo, fueron abordados por un agente para multarlos. Las infracciones eran que no habían hecho el alto donde debía y que el espejo retrovisor estaba siendo bloqueado y no permitía que se mirara hacia atrás. Les pidieron los documentos del automóvil y la licencia de manejo del conductor explicándoles que era una multa muy alta. Deberían de pagar un total de $3mil 800 pesos y se podía hacer el pago allí o ir a la comandancia de policía. En ese momento pararon a otro automovilista para multarlo, y el policía de mayor rango le dijo a su compañero “bájalo del carro”.
Después de haber estado todo el fin de semana en nuestra ciudad, habían gastado su dinero y no traían efectivo suficiente. Pidieron la posibilidad de pagar con tarjeta, pero el oficial les dijo que no tenían terminal. Sin embargo, les daban la oportunidad de ir al cajero para que retiraran, que ellos los acompañaban para hacer el trámite más rápido. Esta situación se les hizo extraña y pidieron ir a la comandancia para pagar allí, pero el policía les dijo que iban a perder el tiempo. Que él les podía mandar el recibo por medio de un e-mail. La presión que el policía les estaba haciendo, advirtiéndoles que no les iba a regresar sus documentos hasta que pagaran, y la urgencia de ir a formarse en la línea de carros para cruzar, los obligó a retirar dinero y pagarle al corrupto policía $1, 500 pesos, que les dijo les bajaría la multa.
Apenas la semana pasada a la hora de la comida, en una de las escuelas en las que laboro en San Diego, le había estado dando información sobre nuestra ciudad, a una de las maestras. Les dije a qué sitios ir, cómo llegar más fácil a donde iban y a qué hora era menos el tráfico. También les advertí sobre los problemas para cruzar la línea internacional si no hace uno la fila temprano. Lo que nunca hice fue advertirles de los riesgos de ser detenidos por elementos de la policía municipal. No les previne de la fama bien ganada de ser Tecate un peligro para los turistas, pues tenemos a la policía municipal más corrupta de Baja California.
Cuando la maestra nos platicaba esto, estábamos comiendo al menos seis maestros y todos estábamos indignados. Varios de ellos contaron experiencias similares o peores. A mí no me dejó ninguna posibilidad de hablar bien de los policías. Al contrario, estaba avergonzado de ellos y acepté que no podía recomendarles visitar nuestra ciudad. De la misma manera, fui claro al expresarles que tanto la Alcaldesa como el Director de la policía, se vanaglorian de que en nuestra ciudad han bajado los delitos y que tenemos el mejor clima de seguridad del estado. Les dije claramente, que nuestras autoridades son las más corruptas y que la delincuencia no es la única que nos agrede, también lo hacen los policías. Vale.
* El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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