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Pensamiento único

El concepto de pensamiento único fue descrito por primera vez por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer…

El concepto de pensamiento único fue descrito por primera vez por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer en 1819 como aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, constituyendo una unidad lógica independiente sin tener que hacer referencia a otras componentes de un sistema de pensamiento. En 1964 el filósofo freudomarxista y miembro de la corriente crítica denominada escuela de Frankfurt, Herbert Marcuse describió un concepto similar que él denominó pensamiento unidimensional, en el contexto la crítica de la ideología de la sociedad tecnológica avanzada. Para
Marcuse este tipo de pensamiento es el resultante del «cierre del universo del discurso» impuesto por la clase política dominante y los medios suministradores de información de masas. Su
universo del discurso está poblado de hipótesis que se autovalidan y que, repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o dictados. En el mismo sentido y con
un significado similar al de Marcuse, pero volviendo al adjetivo original de único, el concepto es reintroducido en la última década por el periodista español Ignacio Ramonet, quien lo define partiendo de una idea de izquierda anticapitalista, quien lo define como términos ideológicos de pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en especial las del capital internacional. Su uso se ha extendido posteriormente como fórmula retórica para descalificar las ideas del oponente ideológico, con independencia de su orientación, sugiriendo que quien es así,
es tachado de que es cerrado de espíritu, frente a la apertura de quien aplica el calificativo. Esto ha llevado que desde la derecha se haya en ocasiones utilizado contra la izquierda. El pensamiento único, es el pensamiento de quienes creen que lo saben todo, de quienes se creen no sólo intelectualmente sino también moralmente superiores a los demás, ese pensamiento único había
denegado a la política la capacidad para expresar una voluntad. Este pensamiento único ha llevado a varias personas a la exasperación. Pero el debate no es ese. Uno, puede deleitarse con alianzas con el Partido Comunista, con la extrema izquierda. ¡Eso es Bueno, ya que este es el pensamiento único! No podemos decir nada en nuestro país sin que uno no sea inmediatamente de corrupto, traidor a la patria o conservador. Este es el pensamiento único intolerable. El riesgo de un gobierno de idea o pensamiento único en donde el poder de los gobiernos llamados de izquierda quiere
influir sobre nuestras mentes, autoridades, universidades y medios de comunicación pone en marcha un proceso de adaptación desde todos los flancos, incluido el de la oposición, de tal modo que se arrincona y se excluye a los individualistas y a los innovadores. Cuando el poder legislativo propone iniciativas de ley que buscan habilitar al Estado para pueda perseguir a quienes no se sometan a la corriente de pensamiento único, representan un enorme riesgo para cualquier democracia. El Papa Francisco en una misa matinal celebrada el jueves 10 de abril de 2014, mencionó que la dictadura del pensamiento único existe. Si no se piensa de un modo determinado no se es considerado moderno, abierto. Y peor aún es cuando algunos ciudadanos piden una ayuda financiera y se les responde: <>. El fenómeno del pensamiento único siempre ha causado desgracias en la historia de la humanidad, afirmó el Santo Padre recordando incluso las tragedias de las dictaduras del siglo XX. Incluso hoy existe la idolatría del pensamiento único. Hoy se debe pensar así y si tú no piensas así no eres moderno, no eres abierto, eres traidor a la patria o corrupto. Por lo tanto, también hoy está la dictadura del pensamiento único y esta dictadura es la misma de esta gente, con el discurso de que no somos iguales, es pura politiquería, son conservadores,
etc. El modo de actuar es el mismo. Es gente que toma las piedras para lapidar la libertad de los pueblos, la libertad de la gente, la libertad de las conciencias. Eso, es un atentado contra la incipiente democracia en nuestro país.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República
Mexicana.

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