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Obrador y los escritores

En la década de los noventa del siglo pasado, no recuerdo exactamente la fecha, se realizó un evento entre intelectuales.

En la década de los noventa del siglo pasado, no recuerdo exactamente la fecha, se realizó un evento entre intelectuales.

Además de asistir escritores mexicanos, como Octavio Paz, Elena Poniatowska, Calos Monsiváis, Carlos Fuentes, etc., asistió Mario Vargas Llosa, escritor peruano ya en esa época de mucho prestigio.

Quienes desde muy jóvenes hemos estado atentos a este tipo de acontecimientos de carácter cultural, no hemos olvidado que en aquella reunión. Vargas Llosa fue contundente, preciso, sustancial, al llamar por su nombre a los gobiernos priistas de la época: “México es una dictadura perfecta”. Como una cubeta de agua helada sintieron aquellos nacionalistas y revolucionarios. El presidente de México no dijo ni una palabra; aguantó las palabras del escritor peruano con sapiencia, con inteligencia, faltaba más. Aquellos neoliberales o liberales del pasado al parecer eran más sagaces y respetuosos de agresiones como las de Vargas Llosa. Fue en tiempos del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, para precisar. Don Carlos era más sagaz que muchos otros que conozco. Permaneció callado ante semejante frase del escritor peruano. Y esa sin respuesta de Salinas de Gortari es la idea que tengo de este político tan atacado por Obrador. El tema no es Salinas de Gortari, pero viene al caso, sobre todo por las molestias que le causaron al presidente Obrador los abucheos a uno de sus funcionarios; a Patricia Armendáriz, directora de Financiera Sustentable, en su actual administración. Los abucheos a la funcionaria, de un grupo de escritores asistentes a la Feria del Libro de Guadalajara (no creo que haya sido la mayoría), le molestaron lo suficiente al presidente actual de México. Molesto, agresivo sin más, calificó a este evento (algo así, no recuerdo las palabras exactas): que la feria del libro citada era ni más ni menos un espacio, un foro para un grupo o grupito de conservadores. ¡Tómala! A Obrador le fue imposible quedarse callado, aguantar, respetar la libertad de pensar de los intelectuales. Sin duda reaccionario y conservadores; lo agrego, conociendo por sus mañaneras a López Obrador. En este detallito podemos encontrar ni más ni menos la diferencia entre Carlos Salinas de Gortari y Andrés Manuel López Obrador, lo que en realidad no tiene ninguna importancia, ya que no es Salinas el tema. La realidad, tuve un responsable cuidado de leer el discurso de la funcionaria citada, vía internet y no existió en sus palabras ningún elogio o zalamería al presidente. Sí dijo, que Obrador era uno de los presidentes de México más liberal que ha habido, entre tantos otros. La funcionaria tiene razón en esta percepción y no es motivo para rechiflas y abucheos. La apertura al liberalismo económico que ha venido utilizando AMLO. En su gobierno es real a pesar de tantos menosprecios al neoliberalismo económico manifestados en sus sermones mañaneros. En este punto exacto es en donde a mí me parece o se me hace muy difícil de entender al actual presidente de México: o se es o no se es, digo yo. Para qué tanto sermón en contra de los conservadores. Todos los días si una respetable cantidad de empresarios son ni más ni menos, conservadores, mismos que han logrado el desarrollo y crecimiento del país. Se me hace mucho ruido de Obrador estando el suelo tan parejo. Que un grupo de escritores en la Feria del Libro de Guadalajara abucheen a Patricia Armendáriz no tiene la menor importancia y no será el último abucheo del público a Obrador o a Morena. Los escritores y la Feria del Libro de Guadalajara... ¿un espacio para conservadores? ¡Bah! Algo anda mal en la mente del presidente viendo monitos con tranchete por todos lados.

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.

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