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Nuevo gobierno en Baja California

A las cero horas con 13 minutos, Jaime Bonilla Valdez rindió protesta como gobernador constitucional de Baja California ante la XXIII Legislatura estatal por cinco años, siempre y cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación no señale lo contrario. 

A las cero horas con 13 minutos, Jaime Bonilla Valdez rindió protesta como gobernador constitucional de Baja California ante la XXIII Legislatura estatal por cinco años, siempre y cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación no señale lo contrario.

Con un clima frío, en el Centro de Gobierno de Mexicali se había establecido un operativo de seguridad con varios círculos de vigilancia y quienes íbamos al Congreso teníamos que pasar.

Había también un frío en el ánimo de la gente, poca, muy poca, que asistió la explanada de los tres poderes. Había más periodistas que simpatizantes de Bonilla, aunque, hay que reconocer, tenían su música a todo volumen al pie de la escalera para ingresar al edificio del Poder Ejecutivo, frente al monumento a los municipios, que todavía son cuatro.

Poco a poco iban llegando los invitados y parte del gabinete de Bonilla, los reporteros esperábamos al gobernador, hasta esos momentos, electo y a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero quien había acudido en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador. Si llegaron con una seguridad que ni López Obrador tiene, por supuesto que no se detuvieron para platicar con la prensa.

Por cierto, quien sí platicó con los reporteros fue el super delegado federal, Jesús Alejandro Ruíz Uribe, quien tiene prohibido, al menos con su actitud así lo demuestra, reconocer que se está instalando un albergue en Mexicali para centroamericanos que esperarán la resolución de una corte estadounidense, que ha sido cuestionada por habitantes de17 colonias aledañas al lugar, pero esa es otra historia que trataremos la próxima semana.

La sesión del Congreso había iniciado más temprano para tratar en ella la licencia que pidió el diputado presidente del Congreso, Catalino Zavala Márquez a su cargo para integrarse al equipo de Jaime Bonilla como secretario de educación, por supuesto que todos votaron a favor y le dieron muestras de afecto, al fin políticos.

Antes de la toma de protesta, el diputado Zavala Márquez dijo que era un momento histórico en que terminaban 30 años de gobiernos panistas en los que se traicionaron las esperanzas de la población con una profunda corrupción.

Después, Jaime Bonilla levantó su brazo derecho y rindió protesta como Gobernador Constitucional del Estado de Baja California por cinco años, aplausos y vivas.

Salieron del recinto y de nuevo los periodistas trataron de entrevistar, primero, a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero que apenas pudo decir que iba a tener una coordinación con Bonilla; Bonilla y sus guaruras no se detuvieron, bajaron la escalinata y se dirigieron al edificio del ejecutivo. Los guaruras trataron de derribarme en varias ocasiones, no lo lograron. Antes de entrar a su oficina, todavía al pie de la escalinata, dirigió unas palabras a los asistentes para refrendar algunas promesas como la desaparición de la Policía Estatal Preventiva y agregó: “yo les digo a ustedes que todos los días, no importa cuántos días tengamos para gobernar, todos los días se va a trabajar, yo soy un hombre de trabajo, vamos a demostrar que si se pueden hacer muchas cosas con pocos recursos”. Mencionó a los jubilados y pensionados, a los maestros, a la UABC y dijo que no tendrá una conferencia mañanera como el presidente pero sí una vez por semana. Después se fue.





* El autor es periodista independiente.

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