Morir en la raya
La historia de la política en México ha estado llena de traiciones de todo tipo, también, en la historia política de nuestro país está lleno de ambiciones tales que por temor a perder el poder o la posibilidad de obtenerlo hasta matan.
La historia de la política en México ha estado llena de traiciones de todo tipo, también, en la historia política de nuestro país está lleno de ambiciones tales que por temor a perder el poder o la posibilidad de obtenerlo hasta matan.
Baja California fue testigo de uno de los homicidios políticos en 1994, en Lomas Taurinas en Tijuana. Luis Donaldo Colosio Murrieta cayó abatido por un tiro en la cabeza a la altura de la sien, vimos las imágenes una y otra vez con fondo musical de La Culebra.
Un hombre que retó a los dinosaurios priistas, que buscaba unir a México entorno a la rectitud y el desterrar la corrupción, sueños que se fueron con él ese 23 de marzo de 1994. Semanas más adelante el cuñado del presidente Carlos Salinas de Gortari era asesinado a las afueras de la sede del PRI, cayó herido mortalmente Francisco Ruíz Massieu.
En estos primeros 21 años de este nuevo siglo, las luchas políticas en nuestro país se fueron llenando de rojo, de sangre. Tanto en el Norte como en el Sur, las noticias nos muestran, de nuevo, las traiciones y enfrentas que han matado a hombres y mujeres que pretendían un puesto de elección popular. También cayeron bajo las balas muchos alcaldes y alcaldesas, muchos por el crimen organizado, otros por enfrentamientos políticos, unos más por incumplir con sus promesas.
Así llegamos al 2021 con un proceso electoral calificado como el más grande en la historia democrática de México, ya se vive la lucha por las candidaturas por un lado y la búsqueda desesperada por otras candidatas o candidatos.
También vemos a un gobernador Jaime Bonilla despotricar contra los posibles candidatos Jorge Hank Rhon y Julián Leyzaola Pérez, el primero como precandidato a la gubernatura y el segundo, precandidato a la alcaldía de Tijuana. Ambos, calificados por Bonilla como malhechores, ejemplo, cuando dice que debería Hank aprender a tratar a las mujeres y también a no matar. De Leyzaola dice que es un fugitivo de la justicia. Está enojado porque no se le han cuajado las candidaturas de sus alfiles.
El PAN estatal, no logra convencer a la ex Miss Universo, Lupita Jones Garay para que sea la representante de la coalición PAN, PRI y PRD a la gubernatura, el tiempo sigue corriendo y todavía no tienen nada. ¿Será que dentro de estos tres partidos no hay una mujer que tenga las aptitudes para convencer al electorado de Baja California para obtener el voto mayoritario? Usted me dirá que Lupita Jones es mexicalense, Baja Californiana, sí, si es de nacimiento de estas tierras, sin embargo, en los últimos 30 años ha residido en la Ciudad de México, allá ha trabajado y no propiamente en política.
Por cierto que Blanca Favela Dávalos, quien fue directora del DIF estatal, está buscando la candidatura a la presidencia municipal de Tijuana por Morena, sin embargo se va a enfrentar a la fiscal estatal contra la corrupción, me refiero a la temible Vicenta Espinosa, secretaria de Honestidad y Función Pública, una funcionaria de las preferidas de Bonilla Valdez, pero como todo le ha fallado al gobernador con sus candidatos, podría ocurrir lo mismo con Vicenta. En Mexicali, la amistad de Marina del Pilar Ávila con Mario Delgado podría influir en la nominación de Norma Bustamante como candidata a la alcaldía de Mexicali por Morena. Tendrán que morir en la raya, o logran la candidatura o a la banca.
* El autor es periodista independiente.
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