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Las autoridades electorales

Muchas personas nos preguntamos qué ocurre con las autoridades electorales que no hacen bien su trabajo.

Muchas personas nos preguntamos qué ocurre con las autoridades electorales que no hacen bien su trabajo. A qué se debe que una vez que inicia el proceso electoral las cosas no marchan bien, por qué siempre existen impugnaciones durante el proceso electoral, quiere decir entonces que no se hicieron bien las cosas. Si desde el momento que algún aspirante a cualquier puesto de elección popular no cumple con los requisitos se le debiera de indicar que su registro no procede por incumplir con algún requisito establecido en la convocatoria, sin embargo, lo dejan pasar, lo dejan competir. O será que existe alevosía por parte de los partidos políticos que no quieren acatar las leyes u ordenamientos al pie de la letra. Siempre los partidos aprovechan los huecos o lagunas que existen en la ley para tratar de ganar aquello que no pueden hacerlo en las urnas.

La totalidad de los partidos políticos aprovechan en su favor todo lo que esté a su alcance con tal de ganarle, al contrario. Pero también se cuestiona el proceder de la autoridad electoral al no analizar debidamente la información. Quienes debieran ser los garantes y observadores de la ley, dan la impresión de ignorarla. Por otra parte, se dice que algunos de ellos no tienen experiencia o que no poseen la preparación requerida para esos puestos tan importantes. No es cosa menor, estamos hablando del árbitro de la contienda electoral, el que debe observar que exista democracia plena y piso parejo para los contendientes. La autonomía, la imparcialidad, legalidad, legitimidad, profesionalismo, eficacia, eficiencia y confiabilidad son principios rectores que deben observar las autoridades electorales y además, garantizar la equidad de género, al no hacerlo se debilita y pierde credibilidad, ya que genera en la sociedad desconfianza, la cual ve asombrada el derroche por parte de algunos partidos, mientras que otros casi no cuentan con recursos. La apreciación actual es que no hay equidad, aunque se explique que las prerrogativas a los partidos dependen de la votación alcanzada en la última elección, pero este procedimiento legal, no les da ese “piso parejo” para una efectiva competencia.

Las sanciones debieran ser más severas e inclusive si se detectasen irregularidades, pudieran suspenderlos de la campaña. Algunos partidos y candidatos dan la impresión de burlarse de la autoridad, cuando un candidato viaja en avioneta y tiene tapizado el estado de carteleras y espectaculares, está todo el día en las redes sociales, en la prensa escrita y en la televisión privada, hasta ahora ya sobrepasó los topes de gastos establecidos del IEE y no pasa nada, mientras que otros no tienen ni para la gasolina. ¿A eso se le llama equidad?

Pudieran ser muchas explicaciones, pero lo cierto es que ante el electorado y quizás para los partidos políticos represente una contrariedad el sustituir a algunos candidatos cuando a la campaña política le resta más o menos un mes. Es sin duda, un retroceso el cambiar de candidatos, dado que la ciudadanía los tiene identificados y resulta también una pérdida de recursos públicos, que son aportaciones de la sociedad como para mal gastarlos existiendo grandes necesidades en la comunidad. Lo que debieran hacer las autoridades electorales es intervenir en el momento en que existe un incumplimiento de los requisitos o en el momento en que se detecte que se están rebasando los topes de campaña y no después, ya que al finalizar el proceso y los partidos ya lograron el triunfo, las sanciones no les interesan.

*- El autor es economista egresado de la UABC.