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Imperios

A lo largo de la Historia de la Humanidad siempre han aparecido pueblos o culturas que se han extendido sobre el territorio, conquistando regiones y expandiendo su influencia cultural, política, económica y militar.

A lo largo de la Historia de la Humanidad siempre han aparecido pueblos o culturas que se han extendido sobre el territorio, conquistando regiones y expandiendo su influencia cultural, política, económica y militar. Así se han formado los llamados imperios. Aunque la definición técnica de imperio es un conjunto de Estados regidos por un emperador, este término se suele utilizar para denominar a cualquier momento histórico en el que una nación ha tenido el control de una importante extensión de territorio. Algunos de los grandes imperios de la Historia, que fueron los más importantes del mundo en sus respectivas épocas, alcanzando una gran influencia sobre ciertas zonas del planeta. El Imperio de Alejandro Magno es sin duda uno de los generales más famosos de la Historia. Consiguió aumentar el pequeño territorio de Macedonia hasta completar uno de los mayores imperios de todos los tiempos, llegando hasta la lejana India. Este gran imperio se formó en muy poco tiempo. Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años. Alejandro se convirtió en rey de Macedonia a los 18 años, tras el asesinato de su padre, Filipo II, en 336 a.C. Recibió una excelente educación (su tutor fue el filósofo griego Aristóteles), y era valiente, decidido y violento. Tenía las cualidades y la personalidad que se precisaban para acometer una campaña militar a gran escala como era la lucha contra los persas. Su determinación le llevó a conseguir su objetivo y a convertirse en leyenda. En una primera fase Alejandro ocupó las costas del Mediterráneo oriental, lo que representó el declive definitivo de las ciudades fenicias (como Tiro) frente al comercio griego. La conquista de Egipto y su viaje al Santuario de Amón en el oasis de Siwa convirtieron a Alejandro en un monarca de aspiraciones absolutistas, como lo habían sido los antiguos faraones. Mientras planeaba una nueva campaña en Arabia, Alejandro murió repentinamente en el 323 a.C. Con sólo 33 años era un alcohólico y probablemente un enfermo mental. Creyéndose un dios, había empezado a gobernar como un tirano, desatendiendo cualquier consejo. No había dedicado tiempo ni esfuerzos a la creación de un gobierno central que mantuviera unidas sus vastas posesiones. Sus herederos, un hermano loco y un hijo pequeño, pronto fueron asesinados y sus generales combatieron entre sí para formar reinos independientes. El Imperio romano, tras las Guerras Púnicas contra Cartago, se hizo con el control del Mediterráneo occidental, pero la ambición de Roma le hizo actuar también en el Mediterráneo oriental. En Grecia se derrotó a Filipo V de Macedonia, y en Pérgamo (Anatolia) se venció a Antíoco III. Con la Paz de Apamea (188 a.c.) se estableció el poder de Roma en Asia Menor y en el Mar Egeo. Durante el I Triunvirato, el general Julio César conquistó las Galias (58-51 a.c.), venciendo la resistencia gala en la Batalla de Alessia. Además, los romanos desembarcaron por primera vez en Britania. Este enorme territorio fue dividido en provincias para su gobierno. A medida que las legiones romanas conquistaban nuevas tierras se organizaban en provincias a cuyo frente se colocaba a un pretor. Además, para articular el Imperio se extendió una gran red de carreteras y en todos los territorios ocupados se construyó infraestructura para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La corrupción acabó con este gran imperio. Ambos imperios (con la excepción de la destrucción de la ciudad de Cartago) siempre respetaron la infraestructura construida, los usos y costumbre de los pueblos conquistados, crearon nueva infraestructura como caminos, acueductos, edificios, plazas, anfiteatros, es decir no fueron destructores de instituciones, siempre buscaban mejorar la infraestructura, la calidad de vida de sus gobernados, sin embargo, en ambos casos los emperadores fueron autoritarios y antidemócratas. En la historia ha habido remedos de emperadores, Napoleón, los Zares de Rusia, Mussolini, Hitler con el III Reich, en la actualidad el ruso Putin, todos ellos autoritarios, antidemócratas, conflictivos, racistas, agresivos, divisionistas, destructores de instituciones, etc. Cómo estará nuestro país en los términos anteriores.

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