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Exportaciones y consumo

En este espacio cubro algunos datos y comentarios sobre lo que está pasando en la economía de Estados Unidos y lo que puede afectar a la nuestra.

En este espacio cubro algunos datos y comentarios sobre lo que está pasando en la economía de Estados Unidos y lo que puede afectar a la nuestra.

Empiezo por el consumo. Este sigue resistiendo. Así, las ventas minoristas en el pasado mes de junio aumentaron algo así como 1.0 por ciento mensual, por lo que aún había un dinamismo positivo y por lo mismo de sus importaciones. Para México eso es bueno, porque no se afectarían tanto las exportaciones; como ejemplo, en los primeros cinco meses del año, las exportaciones manufactureras crecieron 16.7%.

Pero los datos no sólo eran esos los que había que observar. En junio mostró debilidad la actividad industrial de Estados Unidos, afectada por una disminución (-0.5 por ciento) en las manufacturas. En efecto, la Reserva Federal señaló que la producción industrial se redujo 0.2 por ciento a tasa mensual, lo que significó romper con cinco meses consecutivos de crecimiento. Sin embargo, en su comparativo anual, el indicador de junio avanzó 4.2 por ciento.

A pesar de lo visto en junio, recién nos dan a conocer que el PIB de Estados Unidos mostró una contracción trimestral de 0.2% durante el segundo trimestre del 2022, por lo que se acumulan dos trimestres consecutivos de caídas en el PIB, algo comúnmente conocido como recesión técnica.

Datos que debemos tomar muy en serio porque tienen relación directa e indirecta con el sector manufacturero mexicano y por lo mismo de las exportaciones bajo programas como el IMMEX. En ese sentido, para el PIB vemos que se hacen ajustes para el cierre del año y también para el 2023. Por ejemplo, el banco BBVA subió el dato de 1.2 por ciento a 2.00 por ciento; también lo están haciendo varios organismos internacionales. Pero (siempre hay un pero), se van haciendo ajustes a la baja para el respectivo PIB del próximo año.

Dicho esto, debemos estar muy atentos, pienso yo, al manejo de las tasas de interés por parte del FED, que recientemente hizo otro aumento de 75 puntos. Los ajustes han sido muy rápidos y se empieza a comparar el manejo del banco central estadounidense con lo que hicieron en los años ochenta, aunque a diferencia de esos años, ahora las tasas son muy bajas y se mantuvieron prácticamente en cero por muchos meses.

No sabemos cuándo pueda presentarse una desaceleración o estancamiento económico del mundo, de los Estados Unidos y en México, aunque los analistas, banqueros y funcionarios en bancos centrales dicen que sería en el primer trimestre del año que entra.

Si eso es cierto, el consumo en Estados Unidos se contraería y evidentemente las exportaciones mexicanas sufrirían, con o sin repercusiones por las consultas y posible panel de controversias por el T-MEC que han lanzado Canadá y nuestro principal socio comercial. Pero quizás para el consumidor estadounidense sea lo de menos la politización del T-MEC; lo que más le preocupa es que vieron sus precios aumentar 8.7% en el segundo trimestre, siendo la mayor inflación anual promedio desde 1981 y, en junio a tasa anual la inflación subió a 9.1%.

Para terminar, como no se sabe específicamente cuando iniciaría la crisis, como en el resto del país por lo pronto aquí en Mexicali debemos ver de continuo dos elementos. Uno es el comportamiento en los precios del petróleo; otro es como van a ir variando los precios de las materias primas o commodities, porque influyen en las expectativas de inflación, así como en el riesgo a invertir. En nuestro caso, invertir en empresas IMMEX, en evaluar la ampliación de plantas, definir si se sigue adelante con nuevos procesos o ampliar los existentes, el definir si tenemos que hacer o no más contrataciones de personal o el adquirir maquinaria y equipo para modernizar líneas de producción.

Para terminar, no perdamos de vista los siguientes riesgos para el crecimiento económico de Estados Unidos y de nuestras exportaciones: caída en la confianza de los consumidores, presiones inflacionarias, menor ingreso real de las familias, el alza en los intereses, incrementos en costos para las empresas (por salarios, ISN, acumulación de inventarios), entre otros más en materia de políticas públicas.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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