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El primer año

Veo con preocupación que de no corregir el rumbo se perderá la histórica oportunidad de construir una agenda que genere no sólo un gobierno menos corrupto sino verdaderas condiciones de crecimiento sustentable para millones de mexicanos que lo requieren urgentemente.

Somos lo que hacemos

Veo con preocupación que de no corregir el rumbo se perderá la histórica oportunidad de construir una agenda que genere no sólo un gobierno menos corrupto sino verdaderas condiciones de crecimiento sustentable para millones de mexicanos que lo requieren urgentemente, creo que si de verdad haremos que la divisa “primero los pobres” sea una realidad no será a través de políticas populistas sino de la instrumentación de programas de gobierno eficientes, transparentes que privilegien el desarrollo integral de nuestra gente no sólo el matiz superficial de repartir lo que se tiene ahorita corriendo el peligro de que más temprano que tarde no habrá los recursos para continuar repartiendo lo que no se tiene.

Me preocupa la forma en la que dio línea sin importarle en momento alguno cuidar el mínimo recato de públicamente dar libertad a su grupo de senadores para el nombramiento de quien preside la Comisión Nacional de Derecho Humanos, el presidente sigue confundido al argumentar que prefiere a una persona que haya sido víctima del estado a alguien que tengas sólo las credenciales académicas y profesionales para hacerlo, pero, ¿Qué haya sido candidata a diputada por Morena hace dos años es sano?, que ella acepte ser su amiga personal ¿Dará las condiciones de independencia necesarias para cumplir la imparcialidad que garantice su autonomía e imparcialidad?

A un año de haber iniciado su presidencia me preocupa la división y polarización que provoca en nuestra sociedad a través de su tesis: estás o conmigo o contra mí; no es capaz de entender que el mundo requiere la globalización suficiente para ser competitivos en un entorno mundial, por más que a él le parezca que la producción de jugo de caña a través de un trapiche es la salvación de nuestra economía, por ello está claro que su idea de rescatar a PEMEX aislándola del entorno internacional es su visión de la forma para hacerlo, la misma receta de los años 70’s del siglo pasado; por lo mismo la tozudez de un tren maya que nadie, usted lo recordará, se aventará el tiro de operar su concesión, por no ser rentable dejándole con ello la obligación de su operación al estado y con ello lastimando más la de por sí débil situación de las finanzas públicas.

Me molestó su risita durante los días posteriores a la matanza de la familia LeBaron, me indigna que haya contestado preguntas relacionadas a la serie mundial el día después de que el Cartel del Pacífico puso de rodillas al estado mexicano, urgente debe de ser que meditemos respecto al desmantelamiento que se ha iniciado en relación a los organismos autónomos, el combate a la corrupción, con excepción de Rosario Robles, ha sido sólo simple anécdota.

En México los que hemos tenido la fortuna de haber sido favorecidos de no tener que pasar estrechez económica estamos en deuda con millones que han carecido de oportunidades; pero no será dividiendo al país, ni enterrando millones de dólares en un tren, cómo esa brecha será cerrada, será sólo a través de mejor calidad en la educación, de seguridad para todos y de inversión en infraestructura productiva como lo lograremos, lamento la visión anacrónica de nuestro presidente. Lamento que de no corregir el rumbo ésta puede ser una última oportunidad fallida para lograr el cambio que tanto anhelamos en nuestro país.

*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.

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