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El Gobernador no tiene quien le escriba 

La información vertiginosa, pero sobre todo los tiempos de la pandemia, hacen casi obligatorio que los gobernantes utilicen las diferentes herramientas digitales para comunicarse con la población.

La información vertiginosa, pero sobre todo los tiempos de la pandemia, hacen casi obligatorio que los gobernantes utilicen las diferentes herramientas digitales para comunicarse con la población.

En este escenario qué y cómo debe comunicar, es la pregunta. No cabe duda que el gobernador, Jaime Bonilla Valdez utiliza su plataforma informativa para ofrecer datos del Covid-19, pero también para intentar minar y desacreditar a los políticos opositores a Morena con intenciones de ser candidatos y últimamente hasta para bromear y mucho, con su equipo de apoyo de las transmisiones.

Si bien hace señalamientos contra empresarios en general que no pagan el agua, o contaminan como son maquiladoras y sobre todo los concesionarios del Aeropuerto Internacional de Tijuana, también lo es que no le quita el guante de la cara a sus adversarios políticos.

Así ha sido contra el ex gobernador, Kiko Vega pero hace lo propio contra el priísta Jorge Hank, contra el tricolor y ex candidato, Enrique Acosta Fregoso y a la familia Elorduy, por aquello de que el hijo mayor y dirigente de Coparmex en Mexicali, Ernesto, pudiera tener aspiraciones políticas a la alcaldía cachanilla.

También se aventó contra el ex alcalde tijuanense, el panista, Jorge Ramos, aspirante a la candidatura blanquiazul a la gubernatura y por supuesto, no han dejado de señalar al ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Julián Leyzaola.

Ojo, no quiero decir que no debe señalarlos, pero pareciera acción mediática, más que de justicia, sino hay castigo.

Es decir, informar es un ejercicio de transparencia y la comunicación en entornos digitales es fundamental, pero eso puede crear un espejismo de solución de temas que solamente se resuelven en el trabajo off line o en la Fiscalía.

Jaime Bonilla tiene un millón 711 mil 98 fans –no se sabe si son usuarios orgánicos o pagados- que siguen su página de Facebook y 83 mil seguidores en Twitter, cantidad baja en este última red.

Lo más grave es que a sus publicaciones le dan seguimiento, son compartidas y son comentadas por una cantidad baja de usuarios, esto es preocupante, según las métricas que utilizan Facebook y Twitter para medir la confianza y arrastre de un líder político.

En el ecosistema de las redes socio-digitales Bonilla ha ocupado espacios de alto impacto o trending topic en distintas ocasiones, lo malo es que han sido de tendencia negativa. Estuvo en la palestra de los medios nacionales a raíz de la bautizada Ley Bonilla 1 y posteriormente, en la resolución de la SCJN, sus dividendos comunicacionales fueron desastrosos.

Otros momentos en que ha registrado alto impacto su nombre en redes sociales fueron las discrepancias y pugnas con las autoridades de salud federal, su tristemente célebre frase de “están cayendo como moscas” tuvo seguimiento en medios internacionales, incluso.

También se puede nombrar el desastre de la Ley Bonilla 2 que fue otro revés de escandalosas proporciones en términos mediáticos.

Por otra parte, para nadie es un secreto la mala prensa del Gobernador, con los llamados medios tradicionales no ha habido conexión, para ser “un hombre de medios” como se autonombra.

Como van las cosas, en unos meses iniciará la debacle de su fugaz mandato y la memoria colectiva tendrá en los esfuerzos de información y difusión de Bonilla, buenos insumos para construir una imagen de lo que fue como gobernante.

O sea que al gobernador le urge alguien que le escriba.

La verdad sea dicha.

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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