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Dudas y certezas

Dentro de la tupida autopublicidad del presidente Obrador, a fin de incrementar sus logros, enormes aciertos de su gobierno y naturalmente mensajes para conseguir el aplauso de las multitudes o mejor aún del pueblo.

Dentro de la tupida autopublicidad del presidente Obrador, a fin de incrementar sus logros, enormes aciertos de su gobierno y naturalmente mensajes para conseguir el aplauso de las multitudes o mejor aún del pueblo, de ese pueblo sabio y bueno que lo sigue, ha estado abordando en las últimas semanas del final de su administración; qué digo abordando, atiborrando de múltiples asuntos o temas que han sido parte de sus logros.

Algunos, ya de hecho consumados se encuentra en primer término el Tren Maya, el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas a punto de inaugurarse; el tren llamado “El Insurgente” México-Toluca y presume también la estabilidad del peso ante el dólar; una economía estable, miles de becas para estudiantes de escasos recursos, caminos puentes carreteras, apoyos al campo construcción de cientos de bancos del Bienestar y medicina para todos los mexicanos sin costo, con todos los servicios, y destaco yo: carreteras para más de doscientos municipios de Oaxaca y más, mucho más.

Desolada impresión me produce el abandono en que se encuentra el agro mexicano. Semana a semana manejo a La Rumorosa y los agricultores del área de La Progreso son muestra del atraso, descuido y abandono en que se encuentra la agricultura en esta zona. Tierras que de hecho son desierto, o raquíticamente cultivadas. No puedo evitar comparar la enorme tecnología agrícola del Valle Imperial. Todo este valle verde; sin duda una “cachetada” a nuestra pobreza, al rollo de la 4T y subdesarrollo agrícola. Al contemplar esta situación de nuestro campo me digo: mucho ruido y pocas nueces del presidente Obrador. No puedo evitar a la vez los rancheros en la región noreste de Jalisco. Tierras de temporal vivas, aún en la pobreza de la zona de temporal agrícola; maizales y viviendas de adobe vitales dentro de las carencias de esa zona; ganado, gallinas, marranos, eran parte de la vida de estas rancherías. Hoy se encuentran muertas, desoladas, y parcialmente controladas por los narcos, carteles del poder. Los dueños de estas regiones y sus orgullosos habitantes de estas rancherías han muerto o han abandonado la vida, el estilo de habitar de esta bella región. Da tristeza esta desolación. Lo que en un tiempo fueron casas de adobe, construidas por los propios rancheros, hoy están en su mayoría en abandono total o solariegas; para llorar. La 4T: “Mucho ruido y pocas nueces”. Por los caminos rurales de México de esta región ya no se puede viajar, sin correr el riesgo de secuestro o el atraco. Caminos del miedo, caminos rurales trágicos y que viva Morena. En aproximadamente un mes me encontré con un agricultor amigo, próspero y emprendedor, del ejido Durango (evito su nombre). “Nunca nos había ido tan mal como con este gobierno, Rubén”, me dijo. “Estuve a punto incluso de quemar mi cosecha para cobrar el seguro y recuperar un poco. Los insumos agrícolas son carísimos. Me encuentro desesperado”. Escuchemos a Obrador en su autopublicidad: “Habrá insumos agrícolas para todos los agricultores”, otra de sus cantaletas; ¿Será verdad o debe permanecer en mí la duda? Las rancherías de mi tierra, el agro en el área de la colonia Progreso de este municipio, la persistente destrucción del México de ayer hoy secuestrado por el narco, me hacen dudar pese a que no tengo dudas de los muchos logros del presidente. “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, palabras de Joaquín Cosío en la película “El infierno”. Quisiera en verdad ver este comentador carreteras pavimentadas a más de doscientos municipios de Oaxaca (palabras de Obrador), sin duda para capturar aplausos; es buenísimo para eso. Si existe tanto dinero en el gobierno federal debería empezar por la reparación de cien mil baches en Mexicali o Ensenada, ya que estos municipios no cuentan con el suficiente recurso para resolver el enorme problemón. Y termino reiterando con este comentario: “Ya no se puede viajar a nuestra región, Rubén; corres el riesgo de que te secuestren o mínimo te quiten el automóvil y, además ya no existe motivo para visitar, las rancherías están desoladas”, Mario Gallo, - mi primo- en su reciente viaje a Los Arcos, Cuquío, Jalisco. Y yo finalizo: ¡Qué viva la 4T!

*- El autor es Profesor Emérito, UABC, por la Facultad de Arquitectura. Creador Emérito, ICBC. Artista plástico.

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