Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Con el paso del tiempo

Sin demeritar el modo de ver económico aportado por rigurosos analistas, la coyuntural pandemia diseminada a lo largo y ancho del país viene propagando, quiérase o no, una catarata de opiniones que barnizadas con recomendaciones, censuras y hasta juicios de valor surcan a través  de todos los medios posibles confundiendo y alarmando al miedo que ya de por si  abarrota a miles.

Sin demeritar el modo de ver económico aportado por rigurosos analistas, la coyuntural pandemia diseminada a lo largo y ancho del país viene propagando, quiérase o no, una catarata de opiniones que barnizadas con recomendaciones, censuras y hasta juicios de valor surcan a través de todos los medios posibles confundiendo y alarmando al miedo que ya de por si abarrota a miles. Opinadores de medio pelo hacia abajo, se la pasan vociferando sin medida a la par de urdir, junto a un tropel de farsantes afines, aperitivos que consideran al Covit-19 un invento, inmaculada profecía, peste incurable o infortunio que la 4T ha conducido de forma errática llegando incluso, dichos sujetos, a ofrendar brebajes de rápida sanación.

Pegados en aquel marco insalubre al mismo tiempo se le montó un fenómeno aterrador, desestabilizador de los procesos productivos “ordinarios” al punto de conmocionar al conjunto del aparato fabricante (empleo, distribución, comercio, consumo) trayendo una escaramuza de tonos comparables a lo vertido por los doctos en coronavirus donde estos, los “sabihondos” del momento pero pitonisos del mañana económico nacional, juzgan catastrófico tan imprescindible quehacer simplificando, la intimidante devastación, con números a salvo de cualquier pifia: “la condena económica- asegura la mafia del poder- lo garantiza el gobierno obradorista…en cambio su bendición lo asegura la renuncia del tabasqueño”.

Indecentes a cual más a los sabios orgánicos del sistema añadidos a comentaristas, analistas y chayoteros que son lo mismo, fraternos concursan para saber quién capitaliza mejor su moldura bufona proclive a subastarse al mejor postor aunque, es de reconocer, en esta cruzada de acuerdo al “sapo es la pedrada” pues los crausez con relación a los gomezleyvas y estos, a plumíferos menores, siendo igual de tóxicos no son lo mismo a la hora de cobrar los servicios prestados que, bajo máscaras reales o ficticias, la partidocracia de siempre porta escudos en sincronía con la derecha fascistoide como si no le bastara, tratándose de Morena, cohabitar con desechos tipo partido Verde, PT, y PES.

Cabe anotar a modo de ejemplo que la perspectiva económica del país, como invariablemente ha sido, se encuentra subordinada al auge, merma o precaria situación del mercado internacional, particularmente estadounidense, del cual se admita o rehúse reconocer tanto el campo industrial, financiero, comercial y tecnológico México aparece como una especie de sucursal del capital trasnacional con la infortuna de percibir (ahora) dentro y fuera de nuestra frontera, un panorama incierto o de menos no previsor en cuanto el cómo prepararnos para ilesos escapar de un túnel que durante obscuras décadas el régimen corrupto, impune y vende patrias ha mantenido atado a la mayoría de los Mexicanos.

Porque lo obvio en la presente debacle tiene que ver con la inagotable pobreza, detonación de escenarios de hambruna, rezago educativo, concentración de la riqueza, pago de una deuda interminable e infaltables equivalentes resumidos en una colosal desigualdad social adyacente a un crimen perpetrado con premeditación, alevosía y ventaja por no decir de lesa humanidad…

* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.

En esta nota