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Basura, solo basura

No sé cuántos miles de ciudadanos tecatenses acudiremos los primero dos meses del año, como siempre lo hacemos, a pagar nuestro impuesto predial.

Por el derecho a la libertad de expresión.

No sé cuántos miles de ciudadanos tecatenses acudiremos los primero dos meses del año, como siempre lo hacemos, a pagar nuestro impuesto predial. Ese dinero que hemos guardado de los gastos de diciembre, y que nos hizo falta, lo ahorramos para cumplir con nuestra contribución obligatoria anual. Cuando efectuamos nuestro pago lo hacemos pensando en que ayudará para pagar los servicios municipales, y creemos, que los funcionarios públicos van a utilizarlos para ello. Sin embargo, nada es mas ficticio que nuestros buenos deseos. La ciudad está inundada de basura.

Mi colonia está ubicada a un kilómetro de distancia de la presidencia municipal y, siempre, está inundada de basura. Los vecinos tratamos de mantener nuestra calle limpia e, inclusive, guardamos los recipientes dentro de nuestro terreno, para evitar el mal aspecto que dan. Siempre los sacamos cuando nos toca cada semana, pero con mucha frecuencia permanecen dos o más semanas sin ser recogida la basura. Cuando anduvo en campaña Zulema Adams, la presidente municipal, se derretía por nosotros los crédulos tecatenses, nos dijo que todo sería diferente, que ella si iba a cumplir. Palabras vanas, la ciudad está peor. No existe una programación definida para la recolección ni hay una rutina constante. Cuando les da la gana, simplemente dejan de venir.

Con las lluvias pasadas, las calles se llenaron de baches y con la profundidad que han adquirido algunos de ellos, resultan peligrosos y fatales. Nuestras unidades sufren los estragos de los inesperados golpes de los hoyancos y la presidente municipal, ni suda ni se acongoja. Dada la actitud que han adoptado, de puro valemadrismo, se puede catalogar la dejadez y la inacción del ayuntamiento, como traición al electorado. No se puede pensar que están tratando de evaluar las actividades que tienen el imperativo del tiempo, dado que solo estarán dos años en el poder. Pero por esa misma razón deben acelerar el ritmo del trabajo a realizar. Pero, por la actitud históricamente irresponsable de los funcionarios públicos, estoy seguro de que no modificarán su proceder, seguirán flojeando sin importarles nada. Al fin de cuentas tienen sus cheques asegurados.

Zulema Adams está viviendo la trivialidad de la mujer de mediana edad, a la cual se le han cumplido sus sueños de poder, de notoriedad, de gozar del uso de la voz, olvidando lo básico que es responder constantemente a las responsabilidades adquiridas. Ya el electorado perdió importancia para ella, y lo mandó al tercer o cuarto lugar y siente que no es necesario atenderlo. Sigue estando diariamente fuera de la ciudad, en eventos políticos o de quién sabe de qué carácter, y no atiende los asuntos locales. Nosotros, los tecatenses, ya tendremos la oportunidad de cobrárnosla. No volveremos a votar por su partido. Mientras, nuestros botes de basura siguen apestando nuestras casas, trayéndonos hormigas, cucarachas, perros y gatos que deshacen las bolsas buscando comida o personas desparramándola, buscando botes de aluminio.

A como nos tratan siempre que llegan al poder los candidatos de cualesquier partido político deberíamos, para corresponderles de la misma manera, hacer una huelga del pago del predial y otros impuestos y derechos, para que aprendan a respetarnos como deben hacerlo. Vale.

* El autor es Licenciado en Economía con Maestría en Asuntos 
Internacionales por la UABC.

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