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Bancarrota

La historia de los bancos en el mundo comienza con la primera civilización...

La historia de los bancos en el mundo comienza con la primera civilización: los sumerios, es decir justo después de la vida en la prehistoria hace algunos 4,000 años. Es casi imposible pensar que el origen de los bancos se remonte a épocas en las que apenas se estaba desarrollando un sistema contable. No obstante, parece que los primeros bancos del mundo consolidaron lo que hoy llamamos civilización. En aquella época, los templos eran los encargados de almacenar los excedentes de granos y otros productos agrícolas de la comunidad. Estos templos también otorgaban préstamos a los agricultores y comerciantes, cobrando intereses por el uso de su dinero. De esta forma, los templos se convirtieron en los primeros prestamistas y custodios de las riquezas de la sociedad. Desde entonces, fue necesario un sistema que organizara las dádivas, impuestos y donativos del pueblo, así como el almacenaje de cereales y que también, dio como resultado el origen del salario. De acuerdo con los registros históricos, el origen de los bancos comienza con la agricultura. 2,000 años antes de Cristo, los sumerios fueron los primeros en crear un método de almacenaje de bienes valiosos, por llamarlo de alguna manera. Y, ¿qué eran esos bienes valiosos? Bueno, todo lo necesario para subsistir: trigo, cebada y lotes de grano en general. En el famoso Código de Hammurabi ya había leyes para regular las actividades bancarias. Egipto adoptó la tradición de los bancos, aunque mejorándola un poco. Esta civilización introdujo las transacciones bancarias, es decir, el préstamo para el pago de deudas o la administración de los impuestos. La historia establece que las cosechas en el Antiguo Egipto se centralizaban en almacenes estatales, que determinaba una ruptura con el origen de los bancos, pues estos movían los lotes de grano a cambio de órdenes escritas del depositante. Con la expansión del comercio en la antigua Grecia y Roma, surgieron los primeros comerciantes que ofrecían préstamos a cambio de un interés. El Imperio Romano, por su parte, no se quedó atrás. En los primeros tiempos, los agricultores, crearon el famoso crédito mutual, al cual llamaban mutuum. Pero, como sucedió en casi todo, los romanos posteriormente adoptaron el modelo griego de los bancos públicos y adicionaron los primeros bancos privados del mundo. Cuando Justiniano se percató del origen de los bancos, el emperador del imperio romano bizantino, desde el 527 al 565, comienza a reglamentar los usos y costumbres en cuanto a materia bancaria, fija la tasa de interés en un 6% anual tomando en cuenta el riesgo de cada operación. Por ejemplo, los préstamos marítimos podrían llegar a tener hasta un 12% al año, pero los convenidos para la iglesia no superaban el 3%. Se estaban dando las primeras regulaciones bancarias en la historia. En el año 800 Carlomagno prohíbe a los laicos prestar dinero cobrando intereses. 400 años después la banca fue redescubierta en la época medieval, y es así entonces que en las ciudades italianas resurge la actividad bancaria, llamada así porque los primeros ‘banqueros’, que, a diferencia de los funcionarios en la Antigua Grecia, operaban sentados en las bancas de las plazas públicas. Los primeros bancos eran eso, bancos o mesas, instalados en las plazas donde se sentaban burgueses a captar dinero de la gente. Generalmente, lo hacían frente a la catedral de la ciudad. Estos burgueses aceptaban dinero de otras personas y daban a cambio un boleto donde el banquero reconocía su deuda, consolidándose de esta manera el origen de los billetes de banco. Cuando un banquero no tenía suficiente respaldo para los billetes que emitía, debía manifestarlo públicamente y, de la manera más inequívoca; rompían a hachazos la banca donde habían estado sentados ejerciendo las actividades bancarias. De este modo anunciaban a todo el mundo el cese de sus operaciones, y de allí viene la expresión ‘bancarrota’ (literalmente, “banca rota”), en español e italiano, cuando cesan las operaciones financieras. El inquilino de palacio ha dicho hasta el cansancio que el país no se ha endeudado, una mentira más, solamente este año el déficit presupuestal es de 2 billones de pesos, solo esperemos que en los 11 meses que le quedan no nos deje en bancarrota.

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