Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

Andy campeón

Pocas veces ser observador de los deportes me ha proporcionado tanto gusto como ver el sábado 1 de junio por TV coronarse campeón de peso completo a Andy Ruiz, que aunque nació en Imperial, California, creció en Mexicali y se considera mexicalense. 

Pocas veces ser observador de los deportes me ha proporcionado tanto gusto como ver el sábado 1 de junio por TV coronarse campeón de peso completo a Andy Ruiz, que aunque nació en Imperial, California, creció en Mexicali y se considera mexicalense. Para los mexicanos no es nada nuevo tener un campeón mundial en box, de hecho ya teníamos 9 títulos mundiales en manos de mexicanos. La gran sorpresa para todo el mundo del pugilismo fue que un prácticamente desconocido, sin figura atlética, destronara al súper campeón británico Anthony Joshua en el séptimo raund después de derribarlo cuatro veces.

Y con esa victoria se ganó tres cinturones de cuatro asociaciones de boxeo que ni el invencible Deontay Wilder posee, ya que sólo tiene uno. Y Joshua venía a debutar en América contra un bultito blanco pero que le resultó con manos de plomo, más pesadas que la del mismísimo “manos de piedra” Durán. Andy ni siquiera buscó el mentón o la mandíbula de Joshua, a puro coscorrón y golpes parietales lo atarantó al grado de ya no poder seguir peleando, sin que quedara claro si él desistió o el réferi le vio la mirada tan perdida que decidió no arriesgar más su integridad física.

Imagino que con la pegada que ha demostrado Andy, con 21 nocauts de 32 peleas, si aprendiese a atestar el golpe clásico de los púgiles aztecas, el famoso gancho al hígado, sobre todo contra peleadores mucho más altos que él, sería un éxito su golpeo a los bajos. Imagino que incluso en la boca del estómago del contrincante, su pegada pondría fuera de circulación a más de cuatro gigantes. Opino que no debería enfrentar pronto a Wilder, debe aprovechar sus títulos con otros oponentes antes que correr el gran riesgo, aunque con la victoria del sábado y la revancha ya pactada en contrato, podría retirarse millonario en dólares sin ser lastimado.

Siempre hemos comentado sobre los éxitos de mexicanos en los deportes universales. Batallamos, gastamos y nos ilusionamos con títulos mundiales en cotejos por equipos y hemos obtenido muy poco. En cambio en deportes de un solo deportista, como en el box, ya tenemos 10 campeonatos mundiales. Esto fortalece la observación de que los mexicanos no sabemos trabajar en equipo, pero solitarios llegamos hasta la cima. Estamos tan acostumbrados a ganar títulos mundiales de boxeo que ya no son noticia, excepto ésta porque jamás habíamos tenido un campeón mundial de peso completo.

Recuerdo otros grandes gozos cuando los “desplumados” Águilas de Mexicali ganaron la Serie del Caribe y cuando Lupita Jones ganó Miss Universo. Estos hechos reafirman el sentido de pertenencia y orgullo por la tierra natal y con quienes la compartimos. Andy es el quinto campeón boxístico mexicalense y justo candidato a nuestro Salón de la Fama, no importa cuántas defensas haga gane o no. Su hazaña resultó “increíble”, como la calificó el mismo Pacquiao. Seguro muchos jóvenes seguirán su buen ejemplo, pero no siempre se tiene el don del “pounch”.





*El autor es investigador ambiental independiente.