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Opinión de la economía

En la colaboración anterior consideraba puntos como las tasas de interés en México y Estados Unidos, y lo que implica eso para inversionistas, empresas y consumidores.

En la colaboración anterior consideraba puntos como las tasas de interés en México y Estados Unidos, y lo que implica eso para inversionistas, empresas y consumidores. Por comentarios recibidos me sugirieron que en esta ocasión añada más temas, por lo que tomaré algunas consideraciones que me comentó un amigo.

El primero es sobre si estamos en una verdadera recuperación o si seguimos en una especie de rebote después de una marcada caída por la pandemia, el confinamiento y la falta de insumos. Pues bien, como dicen por ahí, depende con el cristal con que se mire. Si se toma como comparación el año anterior, puede ser rebote ya que la base de comparación es baja; si se quiere ser muy positivo, entonces es una recuperación natural, aunque no hay que cantar victoria porque una golondrina no hace un verano. A continuación algunos datos.

Han mejorado los reportes de viajes, hoteles y restaurantes, mostrando más movimientos, reservaciones y comensales, pero por lo menos hasta el pasado mes de agosto la llamada hostelería aún estaba por debajo del nivel de febrero del 2020 por unos ocho puntos.

El empleo, que en días pasados dio mucho que hablar por el nivel generado en octubre ante el IMSS, también tiene sus pros y contras. Bien por llegar a tener 21 millones 635 mil personas, que a su vez significa tener un millón más comparando al inicio de la pandemia; muy bueno y nada despreciable el empleo registrado, pero pienso no es suficiente para equilibrar lo que año con año se requiere para los jóvenes que se incorporan a la población activa. Aclaró que ese millón por año que se requiere, llevo mucho tiempo escuchándolo, por lo que significa que estructuralmente la formación de empleo ha estado fallando. Cosa rara me dirán algunos, porque en varias ciudades en donde predomina la actividad exportadora, me han señalado que tienen problemas para cubrir vacantes.

Hay un dato que a pesar de que aumenta el registro en el IMSS sigue inquietando y al que debe darse una solución. Me refiero a la informalidad. En la no formalidad INEGI registra que más o menos hay ocupados 32 millones de personas, las que se ubican en unidades económicas no agropecuarias que operan sin registros contables, tampoco están registrados en el SAT y por esa situación de no registros carecen de servicios públicos de salud; sin embargo, muchos se ven favorecidos por colgarse de la electricidad, usan agua de tomas de dudosa regularización, abarcan espacios públicos como calles, aceras y parques, además de que la basura que generan es recogida por los servicios de limpieza municipal; ejemplos que le cuestan y entonces subsidian los que sí están en la formalidad.

Varios de estas cuestiones me llevan a pensar en el 2023, en lo que tiene por delante el gobierno en materia de ingresos y gastos. Como son más los gastos que los ingresos, la deuda está aumentando, y sobre ello me señalaron que si se toma como referencia el PIB, el actual gobierno federal tendrá una deuda equivalente al 51%, que significa aumento frente al 47.5% del PIB con Peña Nieto y evidente incremento al 34% de la administración de Calderón. Creo entender porque ahora el discurso se centra en que no hay aumento de impuestos: la falta de recursos se compensa con deuda, aunque el peor impuesto es la inflación, que INEGI acaba de reportar anual fue de 8.41% en octubre.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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