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Póstigo

No apto para cardiacos

Entre ocurrencias, yerros y disparates transcurrió otro año de hablar y actuar de gobernantes y líderes partidistas bajacalifornianos. Anteponiendo insignificancias a granel el comportamiento de la clase política se condujo sin trascendencia como para poder considerarse distanciados de lo vulgarmente realizado, subrayado y acumulado por los que año tras año no flaquean en su pasión de guiar “los destinos del pueblo”. Y para no desentonar entre los dichos y hechos reiteradamente ofertados por conocidas figuras de la farándula política local cerramos el consumido 2017 con los siguientes garabatos.

Un columnista de Frontera comentó que el señor Marco Antonio Blázquez alzó el dedo en respaldo a la abominable ley de seguridad interna priista obligando, a Blázquez, a públicamente desmentir a su censor apoyándose en un par de razones: primero porque votó contra la susodicha ley, y segundo, por considerarse un “senador progresista”. Naturalmente por aquel argumento no tenemos constancia, mientras por este, sobran testimonios de cuando Blázquez correteaba la chuleta calzando botines con sobrados agujeros por cuanto mudos testigos de su entonces modesto progresismo que, como es entendible, a partir de vivir del presupuesto se volvió progresista.

Y para no desentonar, el gobernador Vega cerró el año rodeado por diversos organismos estatales, municipales, ejercito y marina donde valoraron el fortalecimiento de la Cruzada sobre Seguridad la cual, sobra decir, la violencia en todas sus modalidades se ha visto reducida pues de acuerdo a don Francisco los muertos, heridos, robados y violados gozan de buena salud.

De su parte, el cabildo de Tijuana rechinó de limpio y oloroso a causa del glorioso retorno del regidor panista Torres. El mismo que los gringos esposaron por dedicarse a tareas delincuenciales y que después de meses sigilosa y sospechosamente liberaron.

Por supuesto (y para no verse rezagados) los diputados chuchos, chones y chulas que medran de nuestros impuestos osaron contener a los ciudadanos que protestan fortificando el escondrijo donde sesionan por medio de cierta alambrada de púas que finalmente, al igual que el denigrante cerrojo colocado por el munícipe de Tijuana, no lograron imponer.

Desde luego no dejan de ser asombrosas las maneras como se tejen las complicidades políticas, en este caso, representado por el relevo del señor de la Rosa quien durante lustros se desempeñó como fallido mando policiaco en esta parte de la península (y que) por sus descalabrados antecedentes fue exportados a Baja California Sur a pesar de las presumidas medallas de corcholata que los panistas de esta frontera le colgaron: Solo resta esperar no se les ocurra esculpirle un monumento anticipado al héroe.

Y para quienes falsa o sinceramente presumen de una Tijuana maravillosa, prospera y virtuosa; la directora de la Comisión Unidos Contra la Trata, Rita María Mellado (merecedora del Premio Estatal de Derechos Humanos) afirmó que solo en la ciudad de Tijuana cada día son prostituidas cerca de 3500 mujeres. Una cifra descomunal que por sí sola ilustra el ambiente de suma descomposición social que priva en esta urbe cobijo de una diversidad criminal insolente, inducida y francamente enmascarada por tirios y troyanos merced a las millonarias ganancias que genera.

* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.

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