Percepción política
AMLO y el voto dividido Desde la semana pasada, percibo un ambiente de resignación entre aquellos que no son partidarios de Andrés Manuel López Obrador. No sé si es por lo que marcan prácticamente todas las encuestas, donde el candidato de Morena aparece en la primera posición con una cómoda ventaja de, en promedio, 17 puntos porcentuales con relación al segundo lugar. No sé si es porque ya terminaron los debates entre los candidatos a la Presidencia de nuestro país, esos ejercicios democráticos que se creía podían cambiar por completo el rumbo de la preferencia electoral. No sé si es porque ya inició la copa mundial de futbol Rusia 2018, pues, por ridículo que suene, por supuesto que representa una enorme distracción, y creo se justifica que los mexicanos estemos más enfocados en un deporte que en el patético proselitismo electoral. E independientemente de las causas, la resignación es evidente debido al cambio en el discurso político de aquellos que no comulgan con el ex jefe de gobierno del entonces Distrito Federal. El nuevo discurso versa sobre “el voto dividido”. Es decir, pareciera que la victoria de Andrés Manuel López Obrador es inminente, y, ahora, la meta es impedir que el líder de Morena consiga mayoría en el Congreso de la Unión. “Votemos por el candidato presidencial que nos convenza, pero cuidemos que el próximo presidente no tenga la mayoría del Congreso. El Congreso es el principal dique de contención para limitar el poder absoluto de un presidente; el Congreso debe ser plural; el Congreso no debe ser, como en el siglo XX, un órgano servil del presidente. México no debe volver a ser el país de un solo hombre”, dijo el celebre historiador mexicano, y férreo crítico del candidato de Morena, Enrique Krauze. Son varios los sectores que están manejando un discurso similar al autor de “El poder y el delirio”; son varios los que, resignados ante la marcada preferencia electoral, le piden a la opinión pública no otorgarle poder absoluto al próximo presidente de México. Este tema ha sido ampliamente debatido. Están los que piden que no regresemos al pasado, donde un presidente tenga el poder de hacer y deshacer a su antojo por contar con mayoría en el Congreso, advirtiendo los riesgos lógicos que un poder de esta magnitud conlleva. Sin embargo, están también aquellos que argumentan que la democracia se ha convertido en una “vetocracia”, término acuñado por el influyente politólogo Francis Fukuyama. Un presidente que no cuenta con mayoría en el Congreso ve cómo sus opositores bloquean, obstruyen y sabotean el funcionamiento de su proyecto de gobierno. Al final, ridículamente, el debate está entre votar en bloque, todo por un mismo partido, como naturalmente propone en sus mítines Andrés Manuel López Obrador, o ejercer el voto dividido, repartido en diferentes partidos, como proponen los opositores al candidato de Morena, y no en votar por los mejores perfiles, por los mejores candidatos, para cada posición. Y usted, ¿a quiénes les dará su voto? El autor es abogado y conductor de televisión.
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