Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Mirador

Este tren pasa por lugares fantásticos.

Pasa sobre un lago de plata en el que nadan dos cisnes plateados.

Pasa por un castillo de altas torres y muros almenados.

Pasa junto a la gruta donde un anacoreta reza su rosario.

Pasa a través de un prado en el que pastan seis ovejas, un elefante, dos camellos y un caballo.

Yo voy en ese tren, pasajero emocionado.

Lo miro dar vueltas y vueltas, y doy con él una vuelta hacia el pasado.

Soy otra vez el niño que al pie del pino de Navidad miraba ir y venir ese tren cada año.

¡Ha pasado tanto tiempo! Tanto, que parece que el tiempo no ha pasado.

Ahora son mis nietos los que ven ese tren, maravillados.

Es el mismo tren que yo vi, aunque otro tren haya llegado.

Quizá lo cambió alguien, pero a mí no me ha cambiado. Sigo a la vuelta y vuelta por paisajes encantados.

Terminaré mi viaje por la tierra como el niño que mira a su mamá y corre a su regazo.

¡Hasta mañana!...

En esta nota