Conciencia Ciudadana
El día de ayer, domingo 1 de julio, se llevaron a cabo las votaciones para elegir al nuevo Presidente de la República, diputados y senadores a nivel nacional. Una elección de verdadera importancia en la que se jugó el rumbo de nuestro país. Obvio que al escribir estas líneas, aún no conozco el resultado de la elección, como tampoco si se llevó a cabo sin violencia, con respeto y de forma cordial, ojalá así haya sido y que pronto recuperemos la paz y la unidad como mexicanos. Esto lo digo ya que esta campaña se ha caracterizado por la violencia, más de 120 candidatos a diferentes cargos han sido asesinados, además de vivir una guerra de descalificaciones, de insultos que nada tienen que ver con el deseo de servir al pueblo. Esta guerra sucia, de tantos ataques, dimes y diretes ha provocado como nunca, pleitos entre amistades, incluso en la misma familia, por estar apoyando cada quien a su candidato. ¿Esto es positivo para nosotros? Desde luego que no, la división aleja, crea conflictos, pleitos, resentimientos, y lo que hoy necesitamos más que nunca los mexicanos es estar unidos y trabajar desde nuestra trinchera para exigir que cumplan lo que nos prometieron los elegidos por la mayoría. Para esto necesitamos salir de nuestra zona de confort e involucrarnos ahora sí en serio participando como ciudadanos responsables en el desarrollo de nuestro país. Preguntémonos ¿por qué estamos como estamos? 60 millones de personas en pobreza extrema, un nivel de educación en escuelas públicas tan bajo que nos da hasta vergüenza cómo salen muchos de nuestros niños y jóvenes; una inseguridad que crece todos los días y que ya ni nos sorprende porque, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a ella. Con un grado superlativo de corrupción de autoridades y políticos, cobijados por la impunidad. Si no hay consecuencias es fácil caer en la deshonestidad y el abuso, si todos lo hacen ¿por qué yo no? Y aquí está la clave: Los mexicanos hemos dejado todo en manos de los políticos, estamos tan ocupados en nuestros asuntos, en trabajar, en divertirnos, descansar, ver la TV, las series, acumular riqueza, todo es importante. Y cuando se nos invita a ser parte de un grupo de participación ciudadana, nunca hay tiempo. La razón en el fondo es en muchas ocasiones egoísmo, flojera, falta de amor a México, indiferencia, indolencia, queriendo que “otros” hagan lo que a nosotros nos corresponde. Recuerdo hace unos años una amiga me felicitó por estar luchando en el Congreso como ciudadana para cambiar unas leyes que afectaban directamente la educación de los niños. Le contesté: No me felicites, involúcrate, yo ya no tengo niños pequeños pero tú si los tienes, y por ellos deberías hacer un esfuerzo y unirte. Ojalá que la lección que saquemos de estas elecciones sea involucrarnos, no dejarlos solos, no hay políticos santos, ya hemos visto cómo nos ha ido y de lo que son capaces. Dependerá de ello que nuestro país avance y sea esa nación sana, sin violencia, de oportunidad para todos, un México del cual todos los mexicanos nos sintamos orgullosos. ¡Mujer mexicana forja tu Patria! *La autora es orientadora familiar.
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