Cuando el cuerpo sigue creciendo en la adultez: señales que pueden indicar acromegalia
La acromegalia es una enfermedad rara que provoca el crecimiento anormal de manos, pies y rostro en la edad adulta.

CIUDAD DE MÉXICO.- En una tarde de verano en Francia, Thomas, de 34 años, acudió al médico por un dolor de espalda persistente. Mientras explicaba sus síntomas, mencionó algo que llamó la atención del especialista: sus pies habían crecido. Recordó que, una década atrás, calzaba el número 44 y ahora necesitaba entre el 46 y el 47. Ese detalle, que parecía menor, se convirtió en la clave para un diagnóstico temprano de acromegalia, una enfermedad poco frecuente que altera el crecimiento del cuerpo en la adultez.
La acromegalia se caracteriza por una producción excesiva de la hormona del crecimiento. Esto provoca que las manos, los pies y el rostro se agranden lentamente, incluso después de haber alcanzado la madurez. Los cambios son tan graduales que suelen pasar desapercibidos, tanto para el paciente como para su entorno. Con frecuencia, se atribuyen a la genética o al envejecimiento, lo que retrasa la búsqueda de atención médica.
Según Le Figaro Santé, en Francia el diagnóstico puede tardar entre siete y diez años desde la aparición de los primeros síntomas. En ese tiempo, la enfermedad avanza sin control y puede generar hipertensión, diabetes, problemas cardíacos y dolor en las articulaciones.
Un diagnóstico temprano que cambió el pronóstico
A diferencia de muchos casos, Thomas logró descubrir la enfermedad en una etapa temprana. Su observación y la atención de un médico cuidadoso le permitieron acceder a estudios endocrinológicos y comenzar un tratamiento antes de que los daños fueran irreversibles.
Los síntomas más comunes incluyen el agrandamiento del mentón, el ensanchamiento de la frente, el crecimiento de manos y pies, y cambios en la estructura ósea del rostro. A estos signos visibles se suman molestias menos evidentes, como fatiga constante, dolores articulares, dolor de cabeza y sudoración excesiva. Según Mayo Clinic, la combinación de síntomas suele confundirse con otras causas comunes, lo que dificulta la detección oportuna.
En Francia se estima que más de 8,000 personas viven con esta condición. El Ministerio de Salud ha señalado que uno de los principales desafíos es la falta de familiaridad de los médicos generales con la acromegalia, lo que retrasa su identificación durante los chequeos rutinarios.
Casos históricos que dieron visibilidad a la acromegalia
A lo largo de la historia, algunas figuras públicas han contribuido, sin saberlo, a dar a conocer esta enfermedad. Mary Ann Bevan, enfermera británica del siglo XX, desarrolló acromegalia y terminó trabajando en espectáculos circenses como “la mujer más fea del mundo”. Su historia, aunque trágica, ayudó a visibilizar los efectos físicos de la condición en una época en la que poco se sabía al respecto.
Otro caso conocido fue el del luchador francés Maurice Tillet, apodado “El Ángel Francés”. A los veinte años notó hinchazón en las manos, pies y cabeza, y tras consultar a un médico recibió el diagnóstico de acromegalia. Su aspecto inspiró, años después, la creación de personajes de ficción reconocidos por su gran tamaño y rasgos marcados.
Estos testimonios reflejan la importancia de reconocer los signos físicos y de comprender que la enfermedad va más allá de lo visible, afectando la salud interna y emocional de quienes la padecen.
Cómo se trata la acromegalia y por qué la detección temprana es vital
Los especialistas coinciden en que diagnosticar a tiempo la acromegalia mejora el pronóstico. El tratamiento busca detener la producción excesiva de la hormona del crecimiento antes de que cause daños irreversibles en órganos y tejidos.
Entre las opciones terapéuticas se encuentran medicamentos que regulan la función de la glándula hipófisis, cirugías para extirpar tumores responsables de la secreción hormonal y controles médicos periódicos para evaluar la eficacia del tratamiento. “Reconocer los síntomas y consultar a tiempo permite transformar la acromegalia en una condición crónica controlada”, señala un informe citado por Wikipedia.
De acuerdo con el Ministerio de Salud francés, quienes reciben tratamiento temprano reducen de manera significativa el riesgo de complicaciones cardíacas, metabólicas y articulares. También experimentan una mejora en su bienestar físico y emocional, al frenar los cambios corporales progresivos.
La importancia de observar los cambios y comunicar
La historia de Thomas resalta un principio básico de la medicina: escuchar al cuerpo y comunicar cada cambio al profesional de salud. Un detalle aparentemente menor, como la talla del calzado, puede ser una pista valiosa. Los médicos recomiendan no minimizar estos signos y solicitar una evaluación endocrinológica si se presentan modificaciones físicas sin causa aparente.
El seguimiento médico adecuado permite realizar estudios hormonales y de imagen que confirmen el diagnóstico. De esta manera, es posible iniciar un tratamiento oportuno que mejore la calidad de vida.
Una enfermedad poco frecuente que exige atención constante
La acromegalia sigue siendo un desafío tanto para los pacientes como para los sistemas de salud. En respuesta, Francia ha impulsado campañas de sensibilización para capacitar a los profesionales y orientar a la población sobre los síntomas. Estas acciones buscan reducir los años de demora en el diagnóstico y evitar que la enfermedad avance de forma silenciosa.
El caso de Thomas demuestra que la detección temprana puede cambiar el rumbo de la enfermedad. Reconocer los síntomas, acudir al médico y mantener una comunicación abierta son pasos esenciales para prevenir complicaciones graves y lograr que la acromegalia se mantenga bajo control.
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