“Tener la piel de gallina”: Conoce el origen y significado de esta expresión

MÉXICO.-Las expresiones idiomáticas son una pieza clave en cualquier idioma, ofreciendo una ventana a las emociones, experiencias y cultura de las comunidades que las utilizan. Una de las más conocidas y emocionalmente evocadoras es la frase “tener la piel de gallina”, una expresión que todos hemos experimentado en algún momento.

Las expresiones toman su significado desde distintos ámbitos, como en el box con “Tirar la toalla” hasta otras que toman su origen en forma bíblica como “estar en la gloria”.

¿Qué significa “tener la piel de gallina”?

“Tener la piel de gallina” hace referencia a una reacción involuntaria en la que los folículos pilosos de la piel se erizan, creando una textura rugosa similar a la piel de una gallina sin plumas. Este fenómeno, conocido científicamente como piloerección, suele presentarse en respuesta al frío, el miedo o emociones intensas como la admiración o la nostalgia. Lo interesante es que, aunque se trata de una reacción física, esta expresión se ha convertido en un modo de comunicar cómo nos sentimos cuando algo nos impacta emocionalmente.

Lo Curioso

¿Cuál es el origen de la expresión “Al final del túnel, siempre hay luz?"

La piloerección, el fenómeno que genera esta apariencia, es una herencia de nuestros antepasados animales. En épocas más primitivas, esta reacción no solo servía para mantener el calor corporal cuando hacía frío, sino que también funcionaba como un mecanismo de defensa. Al erizarse los pelos, nuestros antepasados parecían más grandes y, por tanto, más intimidantes frente a posibles amenazas o depredadores. Hoy en día, aunque ya no dependemos de este reflejo para sobrevivir, la piloerección sigue estando presente en nuestro cuerpo, recordándonos esa conexión evolutiva con el pasado.

La expresión “tener la piel de gallina” trasciende lo físico. Es una forma de comunicar algo que va más allá de las palabras, pues nos permite describir sensaciones universales de admiración, miedo o sorpresa, conectando nuestras experiencias individuales con las de los demás. En muchos idiomas y culturas, existen expresiones similares, lo que refuerza la idea de que, aunque nuestra evolución y circunstancias varíen, las emociones humanas son una constante que compartimos.