MÉXICO-. El historiador de moda Manu Styling, a través de su canal oficial en TikTok, ha dado a conocer la fascinante historia detrás de una figura emblemática en la cultura mexicana: la China Poblana. Este personaje, profundamente arraigado en la identidad de Puebla y en la cultura popular mexicana, tiene sus orígenes en una leyenda que se remonta al Virreinato de la Nueva España, alrededor del año 1620.

¿De dónde viene la leyenda de la China Poblana?

La leyenda comienza con Mirra, una joven noble de origen mogol, quien fue secuestrada por piratas portugueses y vendida como esclava en las Filipinas. Durante su estancia en una misión jesuita en ese país, fue bautizada bajo el nombre de Catarina de San Juan. Sin embargo, la tranquilidad en la misión no duró mucho, ya que fue recapturada y vendida nuevamente, esta vez a un comerciante español que, por pedido del virrey, decidió llevarla a México.

En su viaje hacia la Nueva España, el comerciante recibió una oferta más lucrativa de otro hombre, quien le compró a Catarina y la llevó a Puebla. Fue allí donde Catarina, con su exótica vestimenta y aspecto, comenzó a llamar la atención de todos. Cubierta de colores vivos y joyería en la cabeza, su presencia en Puebla no pasó desapercibida.

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Este hombre quedo inflado debido a esta condición, era buzo anteriormente

Miguel, su nuevo dueño, la tomó como sirvienta y la integró en la vida cotidiana de la Nueva España. Catarina, adaptándose a su nuevo entorno, comenzó a modificar sus prendas, combinando elementos de la vestimenta española con influencias de los pueblos originarios, lo que marcó el inicio de una nueva moda en la región.

Dos versiones

El origen del nombre “China Poblana” tiene dos posibles explicaciones. La primera es bastante sencilla: se le llamó así porque provenía de Asia (llamada comúnmente “la China” en ese tiempo) y se asentó en Puebla. La segunda teoría sugiere que tras la muerte de Don Miguel, su esposa dejó una generosa manutención a Catarina con la condición de que se casara con un chino de casta. Ella aceptó, y con este matrimonio, adoptó el nombre de “China”.

A través de este relato, Manu Styling nos recuerda cómo la historia y la moda pueden entrelazarse para formar parte de la identidad cultural de un país, y cómo la figura de la China Poblana sigue siendo un símbolo icónico de la mezcla cultural que caracteriza a México.