MÉXICO.- Sumergirse en el fascinante mundo de las ilusiones visuales puede llevarnos a cuestionar nuestra percepción de la realidad. En el centro de esta maravillosa enigma se encuentra la Ilusión de la Habitación de Ames, un prodigio que desafía nuestras mentes desde su creación en 1946 por el oftalmólogo estadounidense Adelbert Ames.

A primera vista, la habitación parece una estancia común y corriente, sin embargo, tras un análisis más detenido, descubrimos su verdadero secreto: las paredes, el techo y el suelo están hábilmente inclinados, y una de las esquinas se encuentra más próxima al observador.

Este juego de perspectivas distorsiona nuestra percepción del tamaño, dando lugar a asombrosas ilusiones ópticas. Aquí, una persona puede parecer un gigante mientras que otra, en la misma habitación, parece diminuta, todo dependiendo del ángulo desde el que se observe.

Lo curioso

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Este efecto y su aplicación en el cine.

El ingenio de esta ilusión no ha pasado desapercibido en la industria del entretenimiento, siendo utilizada de manera magistral en películas icónicas como Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate y El Señor de los Anillos, donde ha creado efectos visuales que han maravillado a millones de espectadores.