Vínculo entre trauma infantil y mayor riesgo de mortalidad por COVID-19: Estudio revela hallazgos impactantes
El estudio identificó el trauma infantil, que abarca desde abusos físicos, emocionales o sexuales hasta situaciones de negligencia y "estrés tóxico", como un factor clave.
LONDRES.-Un reciente estudio realizado en el Reino Unido revela una conexión significativa entre el trauma infantil y el riesgo aumentado de muerte y hospitalización por COVID-19 en la edad adulta.
La investigación, publicada en el Journal of Epidemiology and Community Health, analizó datos de 150,000 adultos, utilizando el extenso UK Biobank, una base de datos biomédica con más de 500,000 voluntarios.
Los resultados son sorprendentes: aquellos que informaron haber enfrentado más traumas en la infancia tenían un 25% más de probabilidades de fallecer por COVID-19 y un 22% más de riesgo de hospitalización después de contraer la enfermedad.
Estas cifras se mantuvieron consistentes incluso después de ajustar por factores demográficos y condiciones de salud.
El estudio identificó el trauma infantil, que abarca desde abusos físicos, emocionales o sexuales hasta situaciones de negligencia y "estrés tóxico", como un factor clave.
¿Traumas de la infancia afectan en la salud adulta?
Este descubrimiento no solo subraya la importancia de considerar las experiencias infantiles al evaluar el riesgo de enfermedades, sino que también destaca la necesidad de abordar el estrés en la infancia para reducir los riesgos de salud a lo largo de la vida.
Hasta noviembre de 2023, la pandemia de COVID-19 había cobrado la vida de casi 7 millones de personas en todo el mundo, resaltando la urgencia de comprender todos los factores de riesgo relacionados con la enfermedad.
Aunque investigaciones anteriores han explorado factores demográficos como edad, raza e ingresos en relación con COVID-19, este estudio es pionero al vincular las experiencias infantiles con los resultados de la enfermedad en adultos.
Los investigadores plantean la posibilidad de que el trauma infantil no solo esté relacionado con el COVID-19, sino también con otras enfermedades. Además, sugieren que las comunidades afectadas desproporcionadamente por la adversidad y el trauma pueden ser particularmente vulnerables a resultados negativos para la salud.
Este estudio no solo llena un vacío en nuestra comprensión de los factores de riesgo, sino que también destaca la necesidad de investigaciones adicionales para explorar cómo las experiencias adversas en la infancia pueden influir en otros resultados de salud, como el fenómeno del COVID-19 prolongado.
En un panorama donde la pandemia ha puesto de manifiesto la interconexión de la salud física y mental, este estudio sugiere que abordar el trauma infantil puede ser fundamental no solo para mitigar los riesgos de COVID-19 sino también para promover una salud duradera a lo largo de la vida.
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