¿Cuáles son las causas del sangrado nasal en niños?

La epistaxis, o hemorragia nasal, es una afección frecuente en los niños, especialmente durante los periodos de calor. Puede ser desencadenada por diversos factores, desde accidentes hasta infecciones locales o sequedad en las mucosas debido al clima seco. Incluso actividades cotidianas como frotarse excesivamente la nariz pueden provocar este tipo de episodios.

Uno de los lugares más propensos a sangrados nasales en niños es el plexo de Kiesselbach, un área altamente vascularizada en la parte delantera de las fosas nasales. Aquí se encuentran pequeñas arterias que, al dañarse por cualquier motivo, pueden causar hemorragias. Este área también cumple una función esencial al calentar el aire inhalado.

Aunque la epistaxis en niños rara vez está relacionada con condiciones médicas más serias como hipertensión arterial o trastornos de coagulación, estos casos son menos comunes pero deben ser evaluados por un profesional de la salud. La mayoría de los sangrados nasales en infantes se atribuyen a la fragilidad del tejido nasal y a la presencia de vasos sanguíneos delicados.

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¿Qué hacer si un menor presenta una hemorragia nasal?

Si un niño presenta una hemorragia nasal, es importante mantener la calma. Para detener la hemorragia, siéntalo y suavemente apriete la parte blanda de la nariz entre sus dedos pulgar e índice, cerrando así las fosas nasales.

Inclínelo hacia adelante para evitar que trague sangre y pídale que respire por la boca. Si la hemorragia continúa por más de 20 minutos, o si ha ocurrido después de una lesión en la cabeza, hemorragias nasales previas que necesitaron tratamiento especializado, o si el niño tiene hemorragias nasales frecuentes, es importante contactar a un profesional médico de inmediato.