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¿Caminas rápido? Según la ciencia, puede que tengas un intelecto más elevado

Se encontró que la velocidad de la marcha está relacionada con cambios en el cerebro y la función cognitiva a los 45 años.

Se encontró que la velocidad de la marcha está relacionada con cambios en el cerebro y la función cognitiva a los 45 años/Foto: Pexels

NUEVA ZELANDA.- En un estudio de cohorte de cinco décadas que involucró a 904 participantes en Nueva Zelanda, se exploró la hipótesis de que la lentitud al caminar refleja un envejecimiento biológico acelerado a mediados de la vida. Los hallazgos, publicados en @JAMANetworkOpen, arrojaron luz sobre la relación entre la velocidad de la marcha y el proceso de envejecimiento.

La velocidad de la marcha se correlacionó en tres condiciones de caminata: habitual vs. doble tarea, habitual vs. máxima y doble tarea vs. máxima. Esto sugiere que la velocidad de la marcha puede ser un indicador confiable del envejecimiento biológico.

A los 45 años, los participantes completaron un protocolo de neuroimagen para detectar características estructurales relacionadas con la edad del cerebro. Las imágenes se adquirieron utilizando un escáner de resonancia magnética de 3 T.

Se evaluó la función neurocognitiva a los 45 años con la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler-IV, que genera el cociente intelectual completo general. Esto reveló una asociación entre la lentitud al caminar y la integridad estructural comprometida del cerebro, como volumen cerebral total reducido y adelgazamiento cortical global.

La lentitud al caminar en la mediana edad se asoció con un funcionamiento neurocognitivo deficiente en múltiples dominios cognitivos; con una diferencia media de 16 puntos de CI (>1 DE) entre los caminantes más lentos y más rápidos (es decir, el quintil inferior vs. el superior).

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El estudio sugiere que la velocidad de la marcha puede ser más que una preocupación geriátrica. En realidad, es un índice resumido del envejecimiento a lo largo de la vida con posibles orígenes en déficits del sistema nervioso central en la infancia. Esto podría explicar por qué la velocidad de la marcha puede ser un indicador tan poderoso de riesgo de discapacidad y muerte.

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