¿Cómo ser un consumidor inteligente cuando vas de compras, según la Profeco?

MÉXICO-. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha abordado el tema del consumidor inteligente a través de sus canales oficiales, enfatizando la importancia de que los usuarios adquieran habilidades y conocimientos que les permitan tomar decisiones informadas al realizar compras y contratar servicios.

Desde el primer momento

El consumidor es el usuario desde el momento en que adquiere un producto o servicio por primera vez, y esta relación continua a lo largo del tiempo. Sin embargo, con la creciente presencia de publicidad y promociones, es crucial que los consumidores se mantengan informados para evitar situaciones que puedan poner en riesgo sus finanzas.

En este sentido, la Profeco promueve la figura del consumidor inteligente, que se caracteriza por tener un conocimiento sólido sobre sus derechos y responsabilidades como consumidor, así como por desarrollar habilidades para evaluar la calidad, precio y condiciones de los productos y servicios que adquiere.

¿Cómo puede un consumidor ser inteligente al ir de compras, según la Profeco?

1. Investigación previa: Antes de realizar una compra, es recomendable investigar sobre el producto o servicio en cuestión. Esto incluye comparar precios, características y opiniones de otros usuarios.
2. Leer etiquetas y términos y condiciones: Es importante leer detenidamente las etiquetas de los productos y los términos y condiciones de los servicios contratados para comprender completamente lo que se está adquiriendo.
3. Comparar precios y ofertas: Comparar precios entre diferentes establecimientos y estar atento a las ofertas y promociones puede ayudar a obtener el mejor valor por el dinero invertido.
4. Conocer y ejercer tus derechos: Todo consumidor tiene derechos que están protegidos por la ley. Es importante conocerlos y saber cómo ejercerlos en caso de ser necesario.
5. Evaluación de la calidad: Al recibir un producto o servicio, es importante evaluar su calidad y funcionamiento para determinar si cumple con las expectativas y necesidades del consumidor.

En resumen, ser un consumidor inteligente implica estar bien informado, ser consciente de los derechos y responsabilidades, y tomar decisiones basadas en criterios objetivos y bien fundamentados. La Procuraduría continúa promoviendo estas prácticas para empoderar a los consumidores y proteger sus intereses en el mercado.