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¿Cómo es nacer con Síndrome de Down realmente fuera mitos y estigmas?

Desmitificando las creencias sobre el Síndrome de Down nos lleva hacia una sociedad más inclusiva.

Jóvenes con Síndrome de Down juegan boliche en Hermosillo, Sonora.

CIUDAD DE MÉXICO.- El nacimiento de un niño con Síndrome de Down a menudo despierta una serie de mitos y estigmas que desafortunadamente persisten en nuestra sociedad.

Estas creencias erróneas pueden llevar a malentendidos y a una percepción distorsionada de lo que realmente implica vivir con esta condición genética.

Es crucial destapar estos mitos para promover una comprensión más profunda y respetuosa de la vida de las personas con Síndrome de Down.

1. Peligro o Limitación de Capacidades:

Uno de los mitos más extendidos es que las personas con Síndrome de Down son peligrosas o incapaces de realizar actividades cotidianas. Esta percepción está arraigada en el desconocimiento y en prejuicios infundados.

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En realidad, las personas con Síndrome de Down tienen una amplia gama de habilidades y capacidades. Si bien pueden enfrentar desafíos específicos en áreas como el aprendizaje y el desarrollo motor, con el apoyo adecuado pueden alcanzar un alto nivel de autonomía y contribuir significativamente a la sociedad.

Luis Carlos Martínez García, presidente y fundador del Consejo Directivo de Comunidad Down Siglo XXI

2. Dudas de Padres sobre el Síndrome de Down:

Es comprensible que algunos padres puedan experimentar dudas o temores al recibir el diagnóstico de Síndrome de Down durante el embarazo o después del nacimiento de su hijo. La incertidumbre sobre el futuro de su hijo y las preocupaciones sobre su bienestar pueden ser abrumadoras.

Sin embargo, es importante reconocer que el amor, el apoyo y los recursos adecuados pueden hacer una gran diferencia en la vida de cualquier niño, independientemente de sus características genéticas. La decisión de tener un hijo con Síndrome de Down debería basarse en el deseo de formar una familia amorosa y en la confianza en la capacidad de ese niño para experimentar una vida plena y feliz.

Con actividades tienen el objetivo de concienciar acerca del respeto, sueños, familia, oportunidades e inclusión, a las que todas las personas que viven con síndrome de Down tienen derecho.

3. Desmitificando el Estigma sobre el Síndrome de Down:

El estigma asociado al Síndrome de Down surge de una percepción limitada y estereotipada de lo que significa vivir con esta condición. Es esencial desmitificar este estigma y reconocer la diversidad y la individualidad de las personas con Síndrome de Down.

Cada persona es única, con sus propias fortalezas, intereses y contribuciones a la comunidad. Al desafiar los estigmas y las expectativas negativas, podemos crear un entorno más inclusivo y respetuoso donde todos puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial.

En conclusión, nacer con Síndrome de Down no debería definir ni limitar a una persona. Es fundamental mirar más allá de los mitos y etiquetas, y reconocer el valor y la dignidad inherentes a cada individuo. Al fomentar la comprensión, el respeto y la inclusión, podemos construir una sociedad más justa y compasiva para todos.

4. Cuánto vive una persona con Down:

Otro mito común sobre el Síndrome de Down es que las personas que lo tienen tienen una esperanza de vida significativamente más corta en comparación con la población general. Esta creencia errónea puede generar miedo y ansiedad en las familias afectadas y contribuir al estigma asociado con la condición.

Sin embargo, es importante destacar que en las últimas décadas ha habido avances significativos en la atención médica y en la comprensión de las necesidades de salud de las personas con Síndrome de Down.

La realidad es que, gracias a los avances en la medicina y a una mejor atención médica, la esperanza de vida de las personas con Síndrome de Down ha aumentado considerablemente.

Muchas personas creen que el Síndrome de Down es un peligro al nacer o que la esperanza de vida se acorta; sin embargo los avances médicos demuestran lo contrario.

En la actualidad, muchas personas con esta condición pueden esperar vivir vidas largas y saludables, con una esperanza de vida que se acerca cada vez más a la de la población general. Con un acceso adecuado a la atención médica, el apoyo social y las oportunidades de inclusión, las personas con Síndrome de Down pueden disfrutar de una vida plena y significativa, desafiando así otro de los mitos persistentes que rodean a esta condición.

5. Crece esperanza de Vida:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros estudios, la esperanza de vida de las personas con Síndrome de Down ha aumentado significativamente en las últimas décadas.

En general, se estima que la esperanza de vida de las personas con Síndrome de Down ha pasado de alrededor de 25 años en la década de 1980 a más de 60 años en la actualidad en países con acceso a atención médica adecuada y condiciones socioeconómicas favorables.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este dato puede variar según factores como el acceso a la atención médica, el nivel socioeconómico, la presencia de condiciones médicas coexistentes y el apoyo social disponible.

Aunque estos promedios pueden ofrecer una visión general, cada persona con Síndrome de Down es única y su esperanza de vida puede verse influenciada por una variedad de factores individuales.

Es esencial reconocer que las personas con Síndrome de Down pueden vivir vidas largas y significativas, y que cada individuo merece ser tratado con respeto, dignidad y oportunidades iguales.

Al reconocer y desafiar estos mitos, podemos trabajar hacia una sociedad más inclusiva y comprensiva, donde cada individuo sea valorado por su singularidad y tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, independientemente de sus características genéticas.

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