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El Imparcial / Tijuana / Caravana de migrantes

Continúa arribo de caravana de refugiados

Con el grupo de 24 centroamericanos que llegó el miércoles al mediodía, ya son 50 migrantes que han arribado a Tijuana de la caravana de centroamericanos que ha recorrido todo México y se espera un grupo más grande al pasar de los días, informó José María García, director del albergue Juventud 2000, lugar que los está recibiendo.

"Se sabe que van a llegar más porque las personas que están aquí tienen un permiso para estar en el País para no tener problemas en su ruta. La mayoría se están moviendo, hoy se fueron siete personas a entregarse a los Estados Unidos, entonces se van unos y llegan otros", comentó.

Los migrantes que llegaron al mediodía del miércoles fueron evaluados físicamente tras el largo viaje, y posteriormente pudieron comer para después tomar una ducha y descansar.

El director del albergue agregó que están listos para seguir recibiendo hasta 70 migrantes más y que depende del grupo que arribe a la ciudad seguirán buscándoles un techo.

Con bebés en brazos, descansando en casas de campaña o eligiendo ropa de una mesa, así pasan sus primeras horas en Tijuana los migrantes centroamericanos que en su mayoría son de Honduras, un país donde la pandilla de "Los Maras", como le llaman localmente, los ha obligado a salir a base de amenazas.

Tal es el caso de Damaris García Licona, una joven de 20 años con una pequeña niña de 3 años, que viaja con su sobrina de 12 y su hermano de 26. Damaris salió de Honduras dos días después de que la amenazaron.

"La política de delincuencia está muy mal ahí. El problema fue que me amenazaron que debía irme de mi país y si no me iba le harían daño a mi familia y a mi hija, está peligroso en Honduras. Son zonas específicas donde están los maras, pero una vez que la agarran contigo, te pueden buscar donde sea", explicó.

Damaris García afirmó tener familia en Estados Unidos y es por ello su deseo de ir hacia allá, pero reveló entre risas que un joven en Oaxaca se ofreció a que si no lo logra su objetivo, podría arreglarle papeles en México.

En una de las casas de campaña ubicadas en el centro del albergue se encuentra Gabriela, una niña de 4 años con hidrocefalia, una enfermedad que le impide hablar y caminar. Además como trabajador de campo, el padre de la menor, Alberto Robles, busca un mejor futuro para su familia conformada también por su esposa y su madre.

"Nos fuimos porque no hay trabajo y por la niña que sufre de hidrocefalia, nos dijeron que en Estados Unidos nos podrían ayudar en su tratamiento porque en Honduras no tienen los aparatos con los que podría caminar y hablar", mencionó.

Además de la niña y el padre, también viaja la esposa y la abuela; fueron informados que en caso de no poder llegar a Estados Unidos, en Tijuana puede tener un tratamiento para la enfermedad de Gabriela de forma gratuita en el CRIT.

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