Se unen vivos y muertos en panteón de Rosarito

Rosarito, B.C.- Cientos de familias acudieron este 2 de noviembre a la tradicional visita al panteón municipal, para el reencuentro con sus muertos, las flores adornaron las tumbas y la música acompañó en su dolor a los deudos.

Algunos visitantes llegaron acompañados de niños y hasta mascotas para permanecer en la tumba de sus seres queridos aunque fuera por un rato, para recordar, rezar, llorar o incluso beber a su salud alguna cerveza o algo más fuerte.

A diferencia de ayer, en la puerta principal de entrada al panteón, este día no se instaló el filtro sanitario, al menos durante el tiempo que FRONTERA estuvo en el lugar.

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Para algunos, esta fecha fue dura pues perdieron a su padre o madre a consecuencia del Covid-19, por eso el dolor fue más profundo y la tristeza todavía más notoria, como en el caso de María, que a principios del año perdió a su madre a causa de esta enfermedad.

Pero también hubo quienes este día enterraron a un familiar, como ocurrió con un miembro de la comunidad purépecha, una niña de tan sólo 4 años que recién perdió la vida.

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Las anécdotas y risas también se dejaron escuchar entre las tumbas, de boca de algunos visitantes quienes repasaban historias que vivieron sus hoy desaparecidos, como una manera de consuelo.

Los músicos buscaron afanosos a clientes para entonar la canción que era tal vez del agrado del difunto, así letras como la de “Mi viejo” y “Amor Eterno”, fueron de las más solicitadas.

Mientras los vendedores de flores esperaban vender su producto antes de que la jornada termine.

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