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El Imparcial / Ensenada / Cicese

Investigadores del Cicese monitorean cetáceos en el Golfo de México

Este trabajo resalta la importancia de establecer programas de investigación y monitoreo transfronterizo entre Estados Unidos, México y Cuba.

ENSENADA, B.C.- El Golfo de México es una zona de gran importancia comercial; desde el turismo y la pesca, hasta la industria de los hidrocarburos, sin embargo el crecimiento de estas actividades representa una amenaza para la vida marina, expuso el Doctor Mario Rafael Ramírez, egresado del posgrado en Ecología Marina del Cicese.

El investigador comentó que, en estas aguas, donde convergen las Zonas Económicas Exclusivas de Estados Unidos, México y Cuba, se encuentran más de 20 especies de cetáceos, en el norte del Golfo de México (aguas de Estados Unidos), los cetáceos han sido estudiados y monitoreados desde la década de los noventa, sin embargo, para la parte sur, en aguas de México y Cuba, tal información es prácticamente desconocida.

Con el objetivo de coadyuvar en la creación de una línea base para los estudios de cetáceos en aguas mexicanas del Golfo de México, se analizaron datos de avistamiento de odontocetos (cetáceos dentados) para construir mapas de idoneidad ambiental.

Los mapas de idoneidad de hábitat brindan información acerca de en qué zonas, en este caso en el Golfo de México, existen las condiciones ambientales adecuadas para que las especies de odontocetos puedan sobrevivir a largo plazo.

La Doctora Concepción García Aguilar, investigadora del Departamento de Oceanografía Biológica del Cicese, compartió que Estados Unidos estableció un monitoreo de cetáceos para el norte del Golfo de México desde la década de los noventa, para ello se realizan campañas oceanográficas exclusivamente para esa labor.

“Para México y Cuba los pocos reportes encontrados son de oportunidad, es decir, de personas que se subieron a cruceros oceanográficos que iban a realizar otro tipo de trabajo, veían, anotaban el avistamiento y lo reportaban, esto nos deja con información restringida, pero muy valiosa porque nos permitió realizar estos mapas”.

De las 12 especies modeladas se encontró que el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) y el delfín moteado del Atlántico (Stenella frontalis), son dos especies que se distribuyen dentro de la plataforma continental, es decir, las condiciones en esta región fueron los más idóneos para estas especies.

Este trabajo resalta la importancia de establecer programas de investigación y monitoreo transfronterizo entre Estados Unidos, México y Cuba, no solo para crear una línea base de estudio sino también para desarrollar estrategias de conservación y mitigación en el Golfo de México, por ejemplo, en caso de algún derrame de petróleo.

“Si sucede un derrame de petróleo no sabes exactamente por dónde se iría; esto depende de las condiciones atmosféricas y oceanográficas del momento, nuestros datos funcionan para que, en caso de alguna contingencia, cuando unes las modelaciones para derrames con la información biológica, no solo de cetáceos sino de la vida marina, entonces sabemos dónde pueden estar ciertas especies vulnerables y a ese punto dirigir las medidas de mitigación”, finalizó.

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