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Un espantapájaros llamado Primor

Descontado el sexenio del ex presidente Lázaro Cárdenas (1934-40); el periodo restante (1920-2018) fue roturado por la familia “revolucionaria” priista que durante 93 años diseñaron, proyectaron o programaron alternativas socio-económicas a “favor del pueblo” las que han servido para maldita sea la cosa.

Descontado el sexenio del ex presidente Lázaro Cárdenas (1934-40); el periodo restante (1920-2018) fue roturado por la familia “revolucionaria” priista que durante 93 años diseñaron, proyectaron o programaron alternativas socio-económicas a “favor del pueblo” las que han servido para maldita sea la cosa.

En los hechos, y no en escritos ni retórica, fuera del nacionalismo revolucionario cardenista los cuenta cuentos del régimen tricolor nombrados justicia social, desarrollo estabilizador, plan industrializador, crecimiento compartido y mamotretos afines jamás pasaron de ser politiquería, chuletas de humo para que década tras década taparan cualquier saqueo y actos de corrupción donde prestanombres, vende patrias, concentradores de la riqueza y ladrones de múltiple mordedura pudiesen conservar el poder político en placer de la impune minoría e infortunio, lamentablemente, de millones de paisanos que condenados en la tierra, infierno y cielo ninguno logro’ escapar.

Sin embargo el agravio suministrado al pueblo por medio de “planes justicieros” fue, a pesar de la nostalgia del priismo trasnochado, rudamente corregidos por cuenta de los neoliberales de guarache que avivados por la presidencia del tecnócrata Miguel de la Madrid Hurtado (1982-88) urdió el célebre PND (Plan Nacional de Desarrollo) prometedor del fin de sacrificios y ayunos que, en pareja cosa, profetizo’ una panza llena y corazón contento para las enflaquecidas mayorías que ¡ahora sí! El modelo neoliberal rescataría del olvido a la indigente muchedumbre.

No obstante, décadas después de constituido y acoplado en la órbita neoliberal el PND priista; el rostro demacrado de la pobreza lo dice todo: la existencia humana en México no puede calcularse salvo a través de la DESIGUALDAD SOCIAL, de la basta desproporción en el reparto de las utilidades, bienes y servicios pues comprobado esta’ que la contradicción entre la concentración y privación de la riqueza alcanza tal magnitud que sus estragos indican que los mexicanos nacidos pobres crecen y mueren pobres mientras, a contracorriente, los nacidos en la opulencia viven y perecen ricos cual implacable condena impuesta por el bandolerismo global capitalista.

Sistema, modelo abrumadoramente pervertido que los dueños del poder en México alientan y blindan asociándose (o sometiéndose) al poder internacional financiero, alimenticio, comercial, industrial, tecno-científico, energético y otros emparentados por su naturaleza dependiente – neoliberal. Vertiente económica donde confabulada la gran burguesía del país extrae altos márgenes de ganancia, colosal supremacía y mayúscula concentración de fortunas en menoscabo del crecimiento y desarrollo social ya que la mafia gobernante actúa en servil obediencia hacia quienes detentan el oro y la plata.

Y de remate; la especie de “cosa Nostra” confiscadora de Morena que pinchados por sus grises entendederas y obscuros intereses se limitaron, en la presente coyuntura, a repetir simples parches propositivos a cual más de patéticos, por no decir ridículos, como si la frivolidad de los caciques agringados “adoradores de la 4T”, donde cotizan, fascinara a cientos de miles de bajacalifornianos que rondan entre la marginación y la impaciencia.

Si el Primor espantapájaros es incapaz de ahuyentar a los cuervos, menos consentirá espantar a sus buitres…



* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.